La organización Reporteros sin Fronteras, RSF, urgió este jueves a las autoridades hondureñas a crear un mecanismo para que garantice la protección de los periodistas en ese país.
La organización por la libertad de prensa animó al gobierno de Honduras a habilitar ese mecanismo, anunciado por el Ejecutivo, durante la visita a ese país del Relator Especial dela ONUparala Libertadde Expresión, FrankLa Rue.
Reporteros sin Fronteras pidió en un comunicado a que Honduras siga el ejemplo de Colombia y no el de México, cuyo sistema para la protección de periodistas se ha mostrado infructuoso.
“El proyecto gubernamental hace referencia a un mecanismo de protección como el que posee Colombia. Sin embargo, el organismo que el Gobierno planea crear, hace pensar inevitablemente enla Fiscalía Especialparala Atenciónde Delitos cometidos contrala Libertadde Expresión (FEADLE) creada en México en 2006, que está lejos, muy lejos de haber dado los resultados esperados”, declaró RSF.
La FEADLEadolece, según RSF, de una falta de objetivos concretos y medios adecuados para luchar contra la impunidad, precisó esa organización con sede en París.
“Suponiendo que este anuncio -de crear un mecanismo para proteger a los periodistas- exprese una verdadera voluntad política, éste se efectúa tras años de impunidad y de inacción, que explican en gran parte la magnitud de un balance tan macabro”, lamentó la organización.
Al igual que ocurre en México, agregó RSF, los periodistas, defensores de los derechos humanos, representantes de movimientos sociales, abogados y universitarios comprometidos al servicio de la información en Honduras, no escaparán “de la espiral del crimen, de la amenaza y de la censura a menos que se lleve a cabo una profunda reforma del funcionamiento de los aparatos judicial y policial”.
Esto es lo que necesitamos un periodismo sincero con el pueblo que no nos mienta, sigan adelante y que de esta lucha algo se tiene que lograr bendiciones y adelante que esta realidad comienza,Demostremoles a los sinverguenzas asustados esos que no los pueden comprar con sus dineros que ya sabemos de donde lo consiguen sabiendo nosotros que «si» sienten miedo que les destapen cualquier olla.