Durante la vigilia pascual en la Basílica de San Pedro, el papa Francisco pidió el sábado a los creyentes resistirse al cinismo o buscar el “brillo de la riqueza”, y evitar entender el significado de la vida en las “cosas pasajeras”.
“¡No sepulten la esperanza!”, exclamó Francisco tras subrayar que cuando algo sale mal “perdemos el ánimo y llegamos a creer que la muerte es más fuerte que la vida”.
“Nos volvemos cínicos, negativos y pesimistas”, agregó.
Para los cristianos, la Pascua es una jornada de júbilo y esperanza, porque conmemoran su creencia de que Jesús triunfó sobre la muerte con la resurrección posterior a su crucifixión.
“El pecado seduce: promete cosas fáciles y rápidas, prosperidad y éxito, pero deja atrás solo soledad y muerte”, afirmó el Pontífice. “El pecado busca la vida entre los muertos, busca el significado de la vida en las cosas que han pasado”.
En palabras de aliento a los fieles, Francisco dijo: “¿Por qué no preferir a Jesús, la luz de la verdad, en lugar del brillo de la riqueza, una carrera, el orgullo y el placer?”
Al inicio de la ceremonia en vísperas de la Pascua, Francisco se desplazó lentamente vestido de blanco con una vela encendida por el pasillo oscurecido de la Basílica de San Pedro. Al cántico en latín de “luz de Cristo”, la iluminación se encendió dramáticamente en la basílica conforme a la tradición.
En una fila, cardenales con túnicas de color marfil estaban frente a las escalinatas del altar. Atrás de ellos en las bancas se encontraban diplomáticos con sus cónyuges y miles de católicos ordinarios, turistas y peregrinos.
Durante la misa, el papa bautizó a ocho adultos. El Vaticano dijo que esos nuevos fieles provienen de Italia, Albania, Ecuador, Indonesia y Perú. Desde un platón plateado en forma de concha, Francisco vertió agua vendita sobre las cabezas reclinadas de los tres hombres y cinco mujeres, que se dirigieron caminando hacia él, uno a uno, y prestaron atención cuando pronunció sus nombres.
El domingo, el papa celebrará la misa de Pascua entrada la mañana en la Plaza de San Pedro y pronunciará un mensaje desde el balcón de la basílica. Su mensaje conocido en latín como “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) es una ocasión para reflexionar sobre la devastación de las guerras y otros lugares de tensión en el mundo, y para homenajear a los católicos que practican su fe a veces en medio de la persecución y otras adversidades.-AP