El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el martes al Congreso que planea sacar a Cuba de la lista de estados que patrocinan el terrorismo, despejando el principal obstáculo para la restauración de las relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas después de más de medio siglo de enemistad.
La decisión de Obama se produce tres días después de la Cumbre de las Américas en Panamá, donde el mandatario dialogó el sábado con el presidente Raúl Castro en la primera reunión de esa naturaleza entre líderes de Estados Unidos y Cuba en casi 60 años.
Obama ordenó una revisión de la presencia de Cuba en la lista tras el anuncio que hizo junto a Castro el 17 de diciembre para iniciar un proceso para relanzar los vínculos bilaterales.
«Después de una cuidadosa revisión de la trayectoria de Cuba, así como garantías ofrecidas por el Gobierno cubano, la Secretaría de Estado concluyó que Cuba cumple las condiciones para la rescisión de su designación como un Estado patrocinador del terrorismo», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
El Congreso tiene ahora 45 días para considerar la decisión de Obama antes de que entre en vigencia, aunque es poco probable que los legisladores bloqueen la salida de la isla de la lista.
En su reporte al Congreso, Obama dijo que «el Gobierno de Cuba no suministró ningún respaldo al terrorismo internacional durante los seis meses previos» y «ha dado las garantías de que no apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro».