El Papa Francisco inauguró 2014 con un llamado para que se «frene la violencia en el mundo», al dirigirse a una multitud congregada en la plaza San Pedro, en el Vaticano, para su primer ángelus del año.
«Llegó la hora de parar el camino de la violencia. ¿Qué está pasando en los corazones de la gente, a la humanidad? Es hora de parar», clamó desde la ventana de su estudio en el palacio apostólico.
El papa instó a «no quedar indiferente e inmóvil ante la violencia y las injusticias que reinan en tantas partes del mundo»; también aseguró que «se necesita el compromiso de todos para construir una sociedad verdaderamente justa y solidaria».
«Tenemos todos la responsabilidad de obrar para que el mundo se convierta en una comunidad de hermanos que se respeten, se acepten en su diversidad y se cuiden unos a otros», dijo.
El papa Francisco inició la jornada en la basílica de San Pedro en el Vaticano con una misa en ocasión de la jornada mundial de la paz ante cientos de personas, entre ellos los embajadores y representantes del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
El pontífice argentino envió a las iglesias de todo el mundo un mensaje para ser leído durante la jornada de la paz, el cual se centra en la fraternidad como arma para combatir la crisis económica y las guerras.
Fiel a su estilo sencillo y familiar, el papa concluyó el ángelus saludando a la muchedumbre congregada en la plaza de San Pedro bajo un sol primaveral con un «¡Buen Año y buen almuerzo!».