La temporada oficial de huracanes comienza hoy jueves en la cuenca atlántica con pronósticos que indican que el número de ciclones puede estar dentro del promedio y la incógnita de cómo afectará la presencia del fenómeno climático El Niño.
Después de cinco años ausente, El Niño va a desarrollarse en el Pacífico a partir de ahora y a continuar «bastante pronunciado» el resto del año, dice a EFE Anthony Reynes, meteorólogo de la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., de la que depende el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Por lo general, eso significa «unas condiciones atmosféricas que se tornan menos favorables para el desarrollo de los ciclones (en el Atlántico), no solamente para su formación, sino para que mantengan una intensidad más alta durante la temporada», agrega.
Eso es un motivo de esperanza para los habitantes de los países ribereños del Caribe, las Bahamas, las Bermudas y los estados del sur y sureste de EE.UU. que pasan seis meses pendientes de los boletines meteorológicos y han padecido en los últimos cinco años temporadas muy activas.
La de 2020 marcó un récord absoluto, con 30 tormentas con nombre, de la cuales 14 llegaron a huracanes y de estos, 7 fueron huracanes mayores, es decir, con vientos máximos a partir de 111 millas por hora, que equivalen a 178 km/h.