Al menos 70 personas han muerto y más de 200 han resultado heridas este jueves en un atentado suicida en un templo sufí en la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán. El Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglés) ha asumido la autoría del ataque a través de la agencia de noticias Amaq, vinculada al movimiento terrorista. En respuesta al atentado, Asif Ghafoor, director de la Oficina de Comunicación del Ejército (ISPR) ha anunciado el cierre de la frontera con Afganistán «con efecto inmediato inmediato y hasta nueva orden debido a motivos de seguridad».
La explosión ocurrió en el templo de Lal Shahbaz Qalandar en la ciudad de Sehwan, a unos 200 kilómetros al noreste de Karachi, la ciudad más grande del país. Entre los muertos habría al menos nueve mujeres y 30 niños según informa el medio Aljazeera. «Muchos de los heridos están en condiciones críticas», ha declarado a France Presse el inspector general de la policía A. D. Khawaja. Este ha anunciado el despliegue de los helicópteros del ejército del aire para trasladarles a Karachi.
La decisión de cerrar la frontera con Afganistán se produce después de que el Ministerio de Exteriores paquistaní convocara este miércoles una reunión con los organismos de seguridad para hacer frente a la amenaza del grupo Jamaat-ul-Ahrar (JuA), que supuestamente ataca el país desde Afganistán, según informa EFE. Este lunes, Jamaat-ul-Ahrar asumió la autoría de un atentado suicida en Lahore que dejó más de diez víctimas. Otras seis personas murieron este miércoles en cuatro atentados distintos en el noroeste del país. Este mismo jueves tres militares han fallecido en la explosión de un artefacto artesanal lanzado contra un convoy militar en la región de Baluchistán (al suroeste), según France Presse.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, ha pedido a las instituciones estatales que movilicen sus recursos para ayudar a las víctimas. «Un ataque contra uno de nosotros es un ataque contra todos nosotros. Los sufíes fueron una parte importante en la lucha por la formación del país», ha añadido en declaraciones recogidas por EFE. El gobernador de la provincia de Sindh, Muhamad Zubair, ha prometido «responder» al atentado; mientras que el general Qamer Javed Bajwa ha alertado que: «Cada gota de sangre será vengada», según informa France Presse.
Tomado de internacional.elpais.com