En un dramático relato, la víctima del ministro señalado por abuso sexual detalla los momentos angustiosos que le tocó vivir ante el lujurioso ataque del alto funcionario quien de manera desenfrenada y bajo los efectos del alcohol la forcejeo virulentamente para obligarla a satisfacer sus bajos instintos.
El alto funcionario no cesó en su deseo por someter a la víctima para obligarla a bailar con él, esto la hizo sentirse “muy mal” provocando el terror propio de estos asaltos sexuales.
“El ministro se calentó”, frase utilizada por la asistente del funcionario del Estado para explicar la condición sexual en que se encontraba el individuo.
Todo esto la hizo entrar en pánico al ver la forma agresiva en la trato, al irse a un forcejeo para someterla a sus aberraciones.