Un tribunal de Honduras halló culpables a siete de las ocho personas procesadas por participar en el asesinato de la líder ambientalista Berta Cáceres, ocurrido en marzo de 2016. Otra persona fue absuelta.
El fallo, dado a conocer el jueves por la tarde, fue unánime de los tres jueces de Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa pero no convenció a la familia de la víctima, que exigió que se persiga a los autores intelectuales del homicidio y no solo a los materiales.
Los jueces dijeron que Elvin Rápalo, Henry Hernández Edilson Duarte y Oscar Galeas perpetraron el crimen ocurrido en La Esperanza, a unos 120 kilómetros al noroeste de Tegucigalpa, el pueblo natal de Cáceres. La pena por asesinato en Honduras es de 30 años de prisión.
Asimismo, declararon culpables en segundo grado a Mariano Díaz, oficial del ejército; Douglas Bustillo, exmilitar, y a Sergio Rodríguez, gerente del proyecto Agua Zarca, al que Cáceres se opuso tenazmente. La pena se dará a conocer el 10 de enero.
Por su parte, quedó absuelto Emerson Duarte, hermano de Edilson, a quien la fiscalía había acusado de encubrimiento.
David Castillo Mejía, presidente de la empresa Desarrollos Energéticos, S. A. (DESA), está acusado de ser el autor intelectual del crimen y se encuentra encarcelado a la espera de juicio. La compañía ha negado reiteradamente estar involucrada en el asesinato.
Fuera de la corte, familiares amigos y miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), el colectivo al que pertenecía Cáceres, se manifestaron para mostrar su insatisfacción por el fallo que deja en libertad a los autores intelectuales del crimen.
“Vamos por ellos”, gritaban los manifestantes. “Captura a los autores intelectuales de este crimen”, decía una voz mientras todos al unísono contestaban: “¡Ahora!”.
“Lamentamos que las acciones hasta este momento no han sido dirigidas contra los que ordenaron la muerte de Berta o que pagaron por su asesinato”, aseguró el abogado defensor de la familia de Cáceres, Omar Menjívar.
Según un comunicado de COPINH, las actuales condenas afectan solo “al eslabón más bajo de la estructura criminal” y con ellas “el Estado hondureño pretende silenciar la demanda de justicia”.
De ahí que en la principal pancarta de la protesta se leyera “Faltán los Atala”, en referencia a la familia Atala Zablah, accionistas dueños de la empresa DESA, que, según la ONG, “están detrás de toda la trama de persecución, hostigamiento, ataques y amenazas que llevaron al asesinato de Berta Cáceres”.-AP