Mientras Juan Orlando Hernández sigue feliz y contento por el avión Legacy 600 que le regaló Taiwán, los pobladores de El Patuca siguen desesperados porque ya fueron desalojados de sus tierras y todavía no les han cancelado todo lo que se les adeuda por concepto de indemnización.
Pero es que lo que el mandatario no previo fue que China Continental, quien había logrado un acercamiento comercial, con el ex presidente Porfirio Lobo Sosa, anuncio que ya no estarán continuando con la ejecución del proyecto hidroeléctrico Patuca III.
Como ya había trascendido el proyecto hidroeléctrico y el total de los fondos que iba a entregar China continental a Honduras era de aproximadamente unos 300 millones de dólares, donación que ya no será entregada.
Y es que la forma caprichosa en la que ha actuado Juan Orlando Hernández para lograr tener un nuevo avión, ha llevado a que los pobladores de esta zona del país estén sin sus tierras y tampoco sin el dinero de la indemnización, pero todavía mas grave el que Honduras contara con un nuevo proyecto hidroeléctrico para no padecer de falta de generación de energía eléctrica, el cual generaría unos 600 megavatios de energía limpia.
La semana pasada, la opinión pública fue sorprendida con la noticia de la donación de 4 helicópteros de uso militar y un avión presidencial, cuyos valores sobrepasan los mil millones de dólares, mientras los hospitales oficiales carecen de medicamentos, insumos y equipos para atender a miles de hondureños que diariamente acuden en demanda de salud y los centros educativos se encuentran en constante deterioro, sin recibir la atención gubernamental.
El “regalito” de los taiwaneses, lógicamente será pagado por el pueblo hondureño, el cual, al ser abandonado el proyecto hidroeléctrico, seguirá pagando elevados precios por la energía térmica que consume, producto de contratos leoninos entre funcionarios y empresarios del rubro.
Por otra parte, Taiwán, antes Isla de Formosa, en su afán independentista de China, república que la considera aun su provincia, soborna funcionarios, corrompe presidentes, como la historia centroamericana lo demuestra, para que lo apoyen en pretensión de formar parte del concierto de las naciones independientes del mundo.
Con la donación, seguro esta, China continental se retira del proyecto y Juan Orlando Hernández, en una actitud soberbia, prepotente y ambiciosa demuestra una vez más el poco interés por el bienestar del pueblo, al sacrificarlo, porque en lugar de un avión para uso de funcionarios y su familia, pudo cambiar la donación por equipo, medicamentos e insumos que le permitieran al pobre pueblo pobre, obtener un atención eficiente en os centros asistenciales públicos o reorientar fondos para proyectos productivos en el área rural, donde la pobreza golpea con mayor fuerza a los hondureños.