La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México y América Central instó el jueves a que se suspendiera temporalmente el retorno de migrantes a la región por la “extrema vulnerabilidad” en que están al quedar varados en distintas fronteras en medio de la pandemia del COVID-19.
“Es de especial preocupación la situación de las personas retornadas sin condiciones de voluntariedad, salubridad y dignidad”, indicó la organización en un comunicado. “En este sentido, se ha documentado la presencia de personas migrantes centroamericanas que fueron llevadas hasta la frontera entre México y Guatemala, que permanece cerrada, y enfrentan dificultades para llegar por la vía regular a su país de origen”.
Coincidiendo con este llamamiento, la Organización Internacional de las Migraciones facilitó el jueves el primer traslado durante la pandemia de un grupo de migrantes atrapado en el sur mexicano. Se trató de 41 salvadoreños, entre ellos 11 mujeres y tres niños, que fueron trasladados vía aérea en colaboración con autoridades mexicanas y salvadoreñas.
El 21 de marzo el gobierno de Estados Unidos empezó a devolver a México a miles de mexicanos y centroamericanos que intentaban ingresar a ese país de forma ilegal aunque fueran solicitantes de asilo. Esa decisión fue parte de una serie de medidas puestas en marcha por Washington, teóricamente, para contener la transmisión del nuevo coronavirus.
El gobierno mexicano se comprometió a recibirlos pero muchos de esos centroamericanos fueron trasladados por las autoridades desde el norte hasta diversos puntos de la frontera sur.
Según testimonios de migrantes y trabajadores humanitarios recabados por The Associated Press, en algunos casos fueron abandonados a su suerte en la frontera con Guatemala sin poder seguir hasta sus países de origen debido al cierre de fronteras por el virus.
Además de paralizar temporalmente los retornos forzados, la ONU recomendó que se establezcan mecanismos para regularizar a estos migrantes y para proteger su salud.
Los 41 salvadoreños traslados del jueves a su país, entre ellos 11 mujeres y tres niños, fueron sometidos a exámenes médicos y, según la OIM, no se les detectó síntomas de coronavirus. No obstante, serían puestos en cuarentena al llegar a El Salvador.
La canciller salvadoreña Alexandra Hill Tinoco indicó el miércoles por la noche que estas personas formaban parte de un grupo de 88 que fueron dejadas a la deriva en Tapachula, en la frontera de México con Guatemala, y añadió que el resto comenzará a retornar en mayo, dando preferencia a las personas más vulnerables.
Unos 2.500 migrantes quedaron varados en Panamá y otros están atrapados en la frontera de Honduras con El Salvador .
Antes de la pandemia, la OIM ya había facilitado retornos de migrantes desde México, muchos de los cuales eran solicitantes de asilo en Estados Unidos que fueron devueltos a territorio mexicano para esperar aquí su proceso, pero que optaron por regresar a su país.-AP