En una nueva acción para contrarrestar el sicariato y crímenes por encargo, el Ministerio Público, a través de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), con apoyo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la tropa TIGRES, ejecuta este martes la Operación Ares, mediante la cual se desarrollan una serie de allanamientos, ejecución de órdenes capturas, inspecciones y decomisos en el municipio de Catacamas, departamento de Olancho, donde se desarticula toda una estructura criminal a la que se le vincula con gran cantidad de muertes violentas.
Se trata de la banda del “Coyote”, como se le conoce a Nery Rolando Ramírez Aguilar, quien junto a Carlos Alberto Castro Guifarro alias “El Chele”, tienen bajo sus órdenes a un grupo de personas, que de acuerdo a las investigaciones, se dedicarían a cometer una diversidad de ilícitos que van desde robo, robo de vehículos, robo de ganado, quite de drogas y portación de armas comerciales y prohibidas, hasta delitos como extorsión, tráfico de personas, homicidios y asesinatos.
Según la Sección de Investigación de Muertes cometidas por Estructuras Criminales Organizadas de la FEDCV, los supuestos sicarios cobraban por los crímenes cifras que variaban de acuerdo al perfil de la víctima, en algunas casos de 10 mil a 50 mil lempiras y en otras a cambio de bienes muebles e inmuebles. Además se les vincula a la ejecución de masacres y se siguen investigando hechos de alto impacto a los que se les relaciona.
En esta primera línea de investigación, se incluye en el Requerimiento Fiscal a Nery Rolando Ramírez Aguilar alias “Coyote” por suponerlo responsable de asociación ilícita y asesinato en su grado de ejecución de tentativa a dos testigos protegidos y en cambio a Carlos Alberto Castro Guifarro alias “El Chele” por asociación ilícita, los asesinatos de Geofrey Johan Aguilera, Jairo Humberto Ordóñez Portillo y Kevin Ovidio López Borjas y asesinato en su grado de ejecución de tentativa a dos testigos protegidos.
Asimismo, a Wilkin Ramón Veliz por asociación ilícita y asesinato en su grado de ejecución de tentativa a un testigo protegido, a Wilson Armando Mendoza Gutiérrez por asociación ilícita y los asesinatos de Geofrey Johan Aguilera y Jairo Humberto Ordóñez Portillo y finalmente se acusa Flavio Joel Alvarado Murillo por asociación ilícita y asesinato en su grado de ejecución de tentativa a testigo protegido.
Cabe mencionar, que todas estas muertes y atentados se suscitaron en los últimos meses, y para su esclarecimiento el Ministerio Público hizo uso de técnicas especiales de investigación, las que fueron practicadas por agentes de los Departamentos de Delitos Contra la Vida y Técnico Científico de la ATIC. Producto de dichas pericias se logró salvaguardar a potenciales víctimas.
De nuevo, la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida insta a la población a que denuncie este tipo de flagelos, a fin de llevar ante la justicia a quienes mediante el sicariato enlutan a muchas familias hondureñas.