Intenso debate en la OEA sobre Venezuela terminó sin acuerdo

Una muy larga jornada de debate fue el marco de la sesión extraordinaria que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizó la tarde de este martes, para dar cabida a las observaciones, reflexiones y propuestas que diferentes Estados miembros hicieron con el propósito de ayudar a Venezuela en la solución de la crisis económica, social y política que atraviesa.

A pesar de que la sesión finalizó casi de manera abrupta, sin dejar mayor claridad sobre su resultado sino solo el hecho de que todas las declaraciones y propuestas serían recogidas en un acta, en los pasillos del salón Libertador Simón Bolívar el embajador representante de México ante el organismo, Luis de Alba, declaró al periodista del canal NTN24 que en los próximos días se haría un proyecto de resolución en el que se definirían propuestas concretas que atendieran el caso Venezuela.

No dudó en el hecho de que alcanzarían los votos necesarios en una votación que debía realizarse para su aprobación.

Respaldo al diálogo fue unánime

El diálogo como vía para el encuentro de puntos comunes y de acuerdo, que conduzcan a la solución de los problemas que atraviesa Venezuela, fue el punto en el que coincidieron de manera unánime los Estados miembros de la OEA que participaron en esta sesión extraordinaria.

Por ello dieron su respaldo a la mediación dada desde finales del año pasado por importantes dignatarios del Vaticano, Unasur y países hispanoamericanos (España, República Dominicana y Panamá), incluso proponiendo la posibilidad de que ellos asistieran a una sesión de ese Consejo Permanente para explicar lo que ha sucedido con esas negociaciones.

Estados a favor

Las naciones integrantes de la OEA que se mostraron a favor de ayudar, de diferentes maneras, a Venezuela, coincidieron en su intención de ayudar a un país hermano, admirado y seguido en muchos momentos de la historia, cuyos serios problemas terminan afectando, sin lugar a dudas, a la región.

Aclararon que eso no significa de ninguna manera “intervencionismo” sino defensa de la democracia y de los derechos humanos, en un momento cuando los habitantes del país sudamericano atraviesan serios problemas económicos y sociales, además de que se les ha pospuesto su derecho a ejercer el voto en unas elecciones regionales que el año pasado debieron realizarse.

El pronunciamiento del embajador de México ante la OEA, Luis de Alba, sintetizó lo que 14 países miembros de la OEA pidieron en un documento publicado la semana pasada: que se atienda la liberación de los presos políticos, que el gobierno reconozca la legitimidad de las decisiones tomadas por la Asamblea Nacional y se publique un calendario electoral que incluya la realización de las elecciones pospuestas.

Dijo además que no había duda de la legitimidad de ese Consejo Permanente sobre Venezuela, proponiendo que se haga una revisión mensual del caso Venezuela en esa instancia de la OEA.

«Proponemos que el tema sobre la situación de Venezuela sea evaluado periódicamente en su seno con intervalos no mayores a un mes, con el fin de dar seguimiento puntual y oportuno a los esfuerzos de mediación, facilitación o acompañamiento que podamos iniciar», concretó.

Argentina pidió a Venezuela que no tome esa participación como injerencia en sus asuntos internos sino como una genuina preocupación de su situación. “Venezuela es un país faro que iluminó muchas grandes gestas de nuestra región y es una lástima que hoy no podamos seguir disfrutando de sus aportes”, expresó el embajador Juan José Arcuri.

El representante de Estados Unidos, Kevin K. Sullivan, sintetizó las acciones propuestas por los colegas que le precedieron al sugerir el establecimiento de un grupo de amigos, el envío de una delegación a Venezuela para que hable con todos los actores políticos, el establecimiento de mesas de trabajo o un consejo político que se reúna mensualmente para seguir el caso venezolano y la presentación ante el Consejo Permanente de los mediadores del diálogo para que expliquen por qué este no ha avanzado.

Colombia señaló que esa reunión del Consejo Permanente cobraba una importancia especial porque los países presentes no pueden mantenerse indiferentes ante la crisis política, económica y social que pueda registrarse en cualquiera de ellos, siendo que la que existe en Venezuela los afecta.

“Lo que sigue a nuestro juicio es ayudarlo a encontrar soluciones en el ámbito económico y social y encontrar el camino político”, señaló el embajador colombiano Andrés González Díaz.

Destacó que debe mantenerse el diálogo como vía para el logro de la solución de la crisis en Venezuela, pero respetando el cumplimiento de la separación de los poderes, el respeto a las instituciones, la liberación de los presos políticos, el funcionamiento de la Asamblea Nacional y un cronograma electoral para que se realicen este año los comicios pendientes.

Destacó que las dificultades por las que atraviesa Venezuela se comprueban en “la cantidad de venezolanos que vemos inmigrando a nuestros países”.

Estados en contra

El embajador Samuel Moncada dijo en nombre de Venezuela que esa sesión confirmó la “injerencia” en los asuntos internos de la nación y la violación del espíritu originario que sustenta la razón de ser de la OEA.

La delegación de Haití apoyó el diálogo y la negociación entre todos los actores políticos venezolanos, pero no avaló el informe presentado por el secretario general de la OEA, como tampoco su comportamiento.

“Nuestro apoyo a Venezuela es una cuestión de principios (…), lo que suceda en la OEA en este momento define un futuro oscuro para la organización y la región”, opinó, agregando que no ha existido otro momento en el que se evidenciara tanta división en el seno del organismo.

Nicaragua señaló que se trataba de una sesión “ilegal, ilícita”.

Jamaica apoyó el principio de no interferencia en la soberanía de los Estados.

Para El Salvador, el informe de Almagro ante la OEA vulnera la soberanía de Venezuela.

República Dominicana tampoco estuvo de acuerdo con la posibilidad de aplicar medidas en Venezuela reflexionando que “intentar solucionar los problemas de un país desde afuera puede constituirse en un error que en el futuro nos lleve a pedir perdón”.

También habló Almagro

Luis Almagro, secretario general de la OEA, también pidió la palabra y destacó que la defensa de la democracia no puede ser un asunto conveniente, y aclaró que no es intervencionista su defensa, así como tampoco lo es la defensa de los derechos humanos.

Subrayó la necesidad de defender la legitimidad de la democracia, la restitución del orden democrático, la separación de poderes, así como la solución de la crisis económica, social y política. Igualmente respaldó las eventuales observaciones que se haga del caso en el futuro.

“No respaldamos ninguna invasión ni llamados a golpe de Estado”, dijo y aclaró que llamar a elecciones es lo opuesto a llamar a un golpe de Estado”.

Tomado de eluniversal.com 

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