La Cámara de Representantes comenzó el miércoles las primeras audiencias públicas sobre la investigación de juicio político al presidente Donald Trump, el extraordinario proceso para decidir si el 45vo mandatario de Estados Unidos debe ser removido del cargo.
El presidente de la Comisión de Inteligencia, Adam Schiff, inauguró la sesión _que se trasmite por televisión en vivo desde la sede del Congreso_ preguntando de inmediato si el presidente utilizó su cargo para presionar a las autoridades en Ucrania para beneficio político.
“La cuestión es tan simple y sencilla como esa”, dijo Schiff. “Nuestra respuesta a estas cuestiones no afectarán solo el futuro de esta presidencia, sino también el futuro del presidente mismo y qué tipo de conducta o mala conducta puede esperar el pueblo estadounidense de su comandante en jefe”.
Es un momento notable, incluso en una Casa Blanca repleta de ellos.
Los líderes de comisiones prepararán el terreno y luego vendrá el acto principal: dos diplomáticos veteranos, William Taylor, el exinfante de Marina que actualmente está a cargo de los asuntos relacionados con Ucrania y George Kent, subsecretario adjunto de Asuntos Europeos y Euroasiáticos, narrando la increíble y a veces complicada historia de un presidente que supuestamente utilizó la política exterior para su beneficio personal y político de cara a las elecciones de 2020.
Hasta el momento, la narrativa ha dividido a los estadounidenses, prácticamente en la misma proporción que el inusual mandato de Trump. La Constitución establece un drástico, pero ambiguo, parámetro para el juicio político y hasta ahora no existe un consenso de que las acciones de Trump en las que se centra la pesquisa cumplan con la definición de “delitos y faltas graves”.
Ya sea que los procedimientos del miércoles sean el principio del final de una presidencia o ayuden a Trump a asegurar el cargo, lo único seguro es que su caótico mandato finalmente ha llegado a un lugar que él no puede controlar y a una fuerza, el sistema constitucional de controles y contrapesos, que no puede ignorar.
El país ha pasado por esto apenas tres veces antes y nunca en el contexto de las redes sociales y los comentarios en redes sociales, incluyendo los del mismo presidente.
“Estas audiencias tocarán temas de profundas consecuencias para la nación y el funcionamiento de nuestro gobierno bajo la constitución”, dijo Schiff, quien describió el proceso como una “tarea solemne” y aconsejó a sus colegas “asumir estos procedimientos con la seriedad y amor al país que se exige”.
“Una completa farsa de juicio político”, tuiteó el presidente, como lo hace prácticamente todos los días.-AP