El presidente Juan Orlando Hernández visitó hoy el Laboratorio Nacional de Virología (LNV), de Tegucigalpa, con el objetivo de supervisar la reasignación de equipo y el fortalecimiento del proceso de diagnóstico del coronavirus ante la proximidad de la apertura inteligente de la economía.
Hernández, en compañía del comisionado especial para la Atención del Covid-19, Lisandro Rosales; la directora de la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud, Karla Pavón, y el director del LNV, Engels Banegas, efectuaron un recorrido por el laboratorio para conocer la redistribución de equipo y conocer la capacidad de diagnóstico que tiene la entidad.
El gobernante recordó que se está viviendo algo muy fuerte en el mundo por la pandemia de coronavirus y que es un problema que agarró descuidados a todos los países, incluso a los de primer mundo con sus sistemas de salud avanzados.
“Hemos venido a ver cómo están calibrando esta máquina los técnicos, una máquina automatizada o casi un robot, y tendremos dos en el país, ante la solicitud que hicimos a la empresa Abbott hace unos dos meses; sin embargo, Estados Unidos tenía una instrucción de no exportar equipos ni suministros de este equipo”, dijo Hernández.
Sin embargo, reveló que, tras una conversación con el presidente estadounidense, Donald Trump, se le pidió esa autorización y ha cumplido y eso permitirá que en los próximos días se tenga mayor capacidad de diagnóstico.
Además, reafirmó una solicitud hecha a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, de “unas máquinas que facilitarán la capacidad de estar en varios hospitales del país y en lugares remotos y poblaciones menos numerosas”.
“Hemos visto igual, en la visita de hoy, el seguimiento a otras acciones que nos permitan tener un sistema de laboratorio más robusto, en el que se requiere más personal y equipo que igual viene de Corea”, refirió Hernández.
Dijo que esos equipos “ofrecerán una respuesta mucho mayor a la que hemos tenido, mayor en número y más rápida en términos de pruebas”.
Con la reasignación del equipo, Honduras tendrá por medio del LNV la capacidad para duplicar el número de pruebas que se han estado efectuando en el país.
Hasta ahora el LNV podía efectuar entre 500 y 600 pruebas diarias; sin embargo, con el equipo actual Honduras podrá ampliar su capacidad de diagnóstico, lo que permitirá tomar medidas importantes en cuanto al manejo de la pandemia en todo el país.
La apertura inteligente de la economía, explicó Hernández, requiere también un manejo inteligente de la pandemia y eso implica mejorar la capacidad de diagnóstico, contar en todos los hospitales y centros de atención con los medicamentos que conforman los esquemas Maíz y Catracho, y ampliar la capacidad en camas en los centros de atención médica previamente establecidos en el país.
Un sistema más robusto
Hernández también destacó el esquema de apertura inteligente consensuado en la Mesa Intersectorial que ha trabajado con el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) y a quienes se les agradece “por el compromiso de unidad nacional y enfrentar una situación muy difícil juntos”.
Manifestó que esta es una oportunidad para dejar un sistema de salud más fuerte y repotenciado, más robusto y con más capacidad, como se va a hacer con los laboratorios, “y estamos a punto de recibir una actualización de trabajos que tiene que ver con atención primaria”.
Explicó que “la atención primaria es la base del nuevo sistema y en ese sentido se trata ya la contratación de más personal, instalaciones hospitalarias, policlínicos e instalaciones más pequeñas, pero más cercanas a la familia y a la comunidad”.
Consideró que la Mesa Intersectorial puede ayudar a obtener una capacidad de consenso para dejar una hoja de ruta de mediano y largo plazo en salud, en educación, e incluso hasta en el tema de Gobierno Digital, en el que se ha avanzado mucho, “para que no sea un plan solo de un Gobierno sino un plan de nación, un gran acuerdo nacional”.
Tratamientos maíz y catracho en camino
Hernández anunció que este martes realizará una visita al Almacén General de Medicamentos, “desde donde mañana tienen que salir hacia los diferentes centros hospitalarios los medicamentos que conforman los esquemas Maíz y Catracho, que son recomendados por médicos hondureños y que deben empezar a descentralizarse a partir de mañana”.
El mandatario dijo que en este tema especial es necesario hacer una solicitud a la Mesa Intersectorial para “que en cada región de Sinager donde también pueda estar una misión que represente a esta misión nacional interinstitucional, puedan vigilar el transporte, el almacenamiento, y la entrega en farmacia, porque este tipo de medicamento no se puede autorecetar”.
Agregó que “ese medicamento, aunque sea en un tratamiento ambulatorio, debe prescribirlo un médico”.
Trabajo para ampliar capacidad de atención
El gobernante expuso que hay nuevas capacidades puestas a disposición de los hospitales, con más camas en Tegucigalpa, en San Pedro Sula, en el Valle de Sula, y que son como extensiones de los hospitales para que estos tengan espacio de holgura para que algunos pacientes leves y moderados puedan salir de los hospitales y ser tratados en Centros de Atención Médica”.
Explicó que esos pacientes “no solo van a ser aislados, sino también con cierto nivel de tratamiento, personal médico, tal y como sucede en el Polideportivo de la UNAH, en el Gimnasio Municipal de San Pedro Sula, y en Expocentro, y apoyamos con insumos y otras necesidades porque las capacidades se han ampliado”.
“Esto es de estar preparados en todos los sectores, capacidad de atención, insumos, contratación de personal y los tratamientos”, indicó Hernández.
La clave del compromiso personal
El presidente Hernández dijo que uno de los puntos vitales en el manejo de la pandemia “es el compromiso personal de cuidarse, el compromiso de los empresarios de cuidar la debida implementación de los protocolos de bioseguridad y que estén disponibles para sus trabajadores.
“Igual es el compromiso de cada uno de cuidar a su familia, a sus compañeros de trabajo, y es el compromiso de todos los sectores de hacer ver al hondureño que hay una ley que dice que hay que usar mascarilla, más las recomendaciones del lavado constante de manos, uso de gel, el distanciamiento a por lo menos dos metros, y todo lo que se puede desinfectar, hay que hacerlo”, manifestó.
“Todo lo anterior es más efectivo que cualquier sistema hospitalario, por muy robusto que sea”, dijo.
Agregó que “el pueblo hondureño ha recibido casi cinco millones de mascarillas en manos de alcaldes, y vienen otros cuatro más, de un lote de nueve, para que nadie tenga excusa de no tener su propia mascarilla”.
Esas son mascarillas que, aunque pueden contener bacterias, virus y hongos por el uso, “se pueden lavar hasta 15 veces y siempre mantienen la capacidad de efectividad, por la triple capa de algodón que tienen”, subrayó.
Según Hernández, es clave el compromiso que deben tener los hondureños, pero de igual manera es importante la parte económica, “porque si se cierran 100.000, 200.000 puestos de trabajo no los vamos a recuperar ni en uno o dos años y eso puede generar una situación terrible”.
“Debemos llevar de manera inteligente la pandemia –añadió- pero a la vez la apertura de la economía, de manera prudente y solidaria, pero con el mayor compromiso de Estado posible”.
Hernández dijo esperar que la Mesa Multisectorial que le ha aportado al país esa gran esperanza con el plan de reapertura lo siga haciendo, “y por qué no pensar que de esta crisis vamos a salir fortalecidos, con una hoja de ruta que permita trazar de mediano y largo plazo lo que queremos de Honduras en salud, en educación, en infraestructura, en economía, de eso se trata”. “Las crisis son oportunidades que no podemos desperdiciar”, concluyó.