El clima cambiante, sumado al poco apoyo al agro nacional y la apertura de las barreras comerciales en la región han pasado la factura al sector productivo agrícola.
Honduras sueña con recuperar el lugar que ocupó hace 50 años como líder en producción y exportación agrícola. En los años sesenta, debido a los altos niveles de producción, en especial en granos básicos, permitieron posicionar al país a nivel de la región como “el granero de Centroamérica”.
Para el caso, reportes de prensa regional indican que en 1961, según registros de la Organización Mundial para la Alimentación, el país tuvo una producción de 258.4 millones de quintales maíz, superado solamente por Guatemala. En la actualidad, el promedio de producción apenas llega a 10 millones de quintales de este grano, lo que refleja que de ese período de bonanza ya solo queda el recuerdo.
El déficit en la producción, y por ende de la exportación de granos básicos fue en ascenso en las siguientes décadas, y se vio acentuada drásticamente después del paso del huracán Mitch por el territorio nacional. Además, la eliminación gradual de las barreras arancelarias, a través de la entrada en vigor de tratados de libre comercio, desalentó a productores agrícolas.
Con los años, las sequías comenzaron a ser cada vez más prolongadas y en los últimos años, estas han registrado períodos históricos, como el ocurrido en 2014 y 2015.
El 2014, la escasez de lluvia echó a perder al menos el 70% de los cultivos de maíz y el 45% de la cosecha de frijoles; en total, un millón de quintales de granos básicos, según reportes de los productores nacionales.
Todos estos factores orillaron que Honduras pasará de ser exportador a importador de alimentos que por décadas no solo eran suficientes para abastecer el mercado nacional, sino que también para venderles a sus vecinos.
En ese punto, cabe destacar importaciones como la realizada en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas (1990-1994), cuando Honduras importó frijol de China. En otras ocasiones, las compras de este alimento básico en la mesa de los hondureños se han realizado en Colombia, Etiopía, Guatemala o Nicaragua.
Un país agrícola
Históricamente, la cantidad de productores dedicándose al rubro de granos básicos ha sido bastante irregular. Productos como el arroz han sufrido bastantes bajas en la cantidad de productores dedicados a ese grano, debido a las compras extranjeras, libres de aranceles.
El Censo Nacional Agropecuario de 1952 mostró la cantidad de 215,571 productores de granos básicos; en 1993 el país contaba con 453,160 productores y en el 2010 se reportó un aproximado de 248,476 productores, según un estudio de mercado preparado por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).
En la actualidad, no existe un censo agrícola que indique la cifra de hondureños que de dedican en la agricultura, lamenta Juan Valladares, productor y exdirectivo de la Asociación de Productores de Granos Básicos (Prograno), al reconocer que esta cifra cada vez va en descenso, pues con la ganadería y más recientemente la orientación a cultivar palma africana, la cantidad de productores de granos básicos se hace más pequeña.
El estudio de la SAG ratifica está consideración de Valladares, pues el mismo señala que en el 2010 apenas se contabilizaron 1,143 productores, y que como resultado de esta reducción gradual se ha llevado a un desabastecimiento interno, en este caso del arroz, que reporta en la actualidad una cosecha promedio de dos millones de quintales, lo que obliga a importar un millón y medio de quintales del grano.
En tanto, en el caso del maíz, Honduras es en esencia dependiente de la compra del grano para responder a las necesidades de consumo interno, al reportar una cosecha de apenas 10 millones de quintales anuales. Esta cifra se redujo en 2015 a raíz del crudo verano que se extendió a nivel nacional y según Valladares apenas se habría logrado poco más de dos millones de quintales.
“Las pérdidas son alarmantes, no pudimos cumplir con los contratos que teníamos con la industria de alimentos balanceados, además de todo quedamos endeudados, desmotivados”, señaló.
En lo que respecta a los frijoles, la producción promedio se ha mantenido en dos millones de quintales, aunque en la cosecha de postrera esta cifra registró un aumento, incentivada según autoridades gubernamentales por la fijación de un precio de garantía de mil lempiras por quintal.
Las prácticas tradicionales
Con los devastadores resultados dejados en el sector agro, las actuales autoridades del país han iniciado una serie de mecanismos que buscan mermar los efectos negativos del cambio climático.
A través del Fideicomiso del Sector Agroalimentario, (FIRSA) el presidente de la República, Juan Orlando Hernández destinó L. 1,500 millones a pequeños, medianos y grandes productores para que opten a préstamos en la banca privada a una tasa del 7.25%.
En su informe de rendición de cuentas del segundo año de Gobierno, indicó que los fondos fueron distribuidos en 16 departamentos del territorio nacional a productores dedicados al sector ganadero, producción de palma aceitera, cultivo de café, secado y almacenamiento de granos básicos, y compra de maquinaria agrícola.
Otro de los mecanismos para reimpulsar el agro hondureño y con ello trazar la ruta para volver a ser el “granero de Centroamérica” fue el lanzamiento del Plan Masivo para la Construcción de Cosechadoras de Agua, cuyo objetivo es asegurar la producción de granos de manera permanente.
“Campesinos en El Paraíso, Choluteca, Valle, Francisco Morazán, Lempira, Intibucá y Olancho fueron beneficiadas con la construcción de 85 reservorios para captación de agua lluvia, denominados Cosechas de Agua, de las cuales 5 fueron construidos por el Batallón de Ingenieros”, declaró Hernández al presentar su informe de segundo año de Gobierno.
Las acciones para fortalecer los productores cuentan con el apoyo internacional y en ese contexto el gobierno hondureño suscribió un convenio con el Programa Alimentos para el Progreso del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), por un monto de $17.4 millones, orientados al mejoramiento de la productividad agrícola, acceso a la información y habilidades de mercado.
Cambios en la matriz de exportación
Si bien el maíz, los frijoles, el arroz y el sorgo son los principales productos que se cosechan en Honduras, los productores hondureños también enfocan sus esfuerzos en nuevas variedades de cultivos que han encontrado espacios en mercados externos.
En la actualidad, entre los principales socios comerciales del país, destacan “Estados Unidos que se posicionó como el más importante receptor y proveedor de mercancías generales, al representar 35.1% del total exportado y 34.9% del importado; seguido particularmente de la región centroamericana y el continente europeo”, señaló el Banco Central de Honduras (BCH), en su más reciente reporte del Comercio Exterior.
Este reporte del BCH indica que se han exportado $ 3,608.9 millones, de los cuales 18.4% corresponden a productos agrícolas y 51.2% a productos agroindustriales.