En un informe dado a conocer por el Departamento de Estado de Estados Unidos, Honduras se ubica como el país más excluyente de América, debido a los altos índices de pobreza, la falta de oportunidades, desigualdad de género y raza, deficiente educación y falta de empleo que sufren sus habitantes.
Uruguay se sitúa a la cabeza de los países del continente americano con mejor índice de inclusión social, seguido de Estados Unidos y Argentina, mientras que Honduras y Guatemala registran las peores cifras del «Índice de Inclusión Social 2015», según un informe divulgado el pasado jueves en Washington.
Los dos países del Triángulo Norte, Guatemala y Honduras, ocupan en la lista el penúltimo y último lugar, respectivamente.
En esos dos países, «los altos índices de pobreza, la falta de oportunidades, la desigualdad en cuanto al género y la raza, así como el deficiente acceso a educación y a empleos formales, presentan un panorama lleno de retos», según el estudio.
No obstante, en la región centroamericana, El Salvador resulta «una historia positiva en el contexto desfavorable del Triángulo Norte» y muestra logros en casi todas las categorías, lo que se refleja en que haya escalado tres posiciones en la clasificación general, hasta el puesto número 12.
Durante la presentación del informe, la subsecretaria de Estado estadounidense para Latinoamérica, Roberta Jacobson, destacó que la inclusión social es un asunto que «muchas veces queda olvidado» y que, sin embargo, es el que responde a los verdaderos efectos de la política en la vida de los ciudadanos.
«Es un recordatorio muy importante para los actores políticos sobre algo que olvidamos muy a menudo cuando miramos los grandes números. Y nos recuerda que al final esos grandes números, la política y todo lo que hacemos tiene que ver con seres humanos, es para la gente», aseveró la diplomática.
Jacobson destacó los avances logrados por el Gobierno estadounidense en materia de creación de empleo y comercio, tanto dentro de su país como en la cooperación con el resto del hemisferio, pero insistió en que «ninguno» de esos esfuerzos «serán sostenibles si no son social y económicamente inclusivos».