Eta devasta la vida de más de 1.2 millones de niños en Centroamérica

Más de 1.2 millones de niños y niñas en Centroamérica han sido afectados por el huracán Eta, una cifra que puede aumentar, según Unicef, que transmitió este miércoles su preocupación por las enfermedades que pueden propagarse, incluida la covid, en los centenares de albergues habilitados en la región.

Eta asoló la semana pasada Centroamérica, donde tocó tierra en Nicaragua como un poderoso huracán para luego degradarse a depresión tropical y llegar a Honduras, con una influencia que causó lluvias en todo el istmo, considerado una de las zonas más vulnerables a los desastres naturales.

El fenómeno meteorológico dejó más de 120 muertos y cerca de 150 desaparecidos, la mayoría en Honduras y Guatemala, así como destrucción de casas, cultivos e infraestructura pública en toda la región.

Las comunidades remotas «que sufren las consecuencias socioeconómicas de la covid-19 son particularmente vulnerables, ya que ahora enfrentan el doble impacto de la pandemia y la tormenta tropical», recalcó este miércoles Unicef.

«Eta ha devastado la vida de más de 1,2 millones de niños, niñas y adolescentes en Centroamérica (…) en los últimos días. Este número ha aumentado considerablemente y aún se espera que aumente a medida que los equipos de rescate accedan a las áreas más afectadas», destacó la agencia de la ONU, que tiene su oficina regional en Panamá.

El director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Bernt Aasen, indicó que miles de familias «han perdido sus hogares» y muchas «todavía están siendo evacuadas a refugios», por lo que «solo esperamos que las necesidades crezcan en los próximos días».

RIESGO EN LOS REFUGIOS

La agencia de la ONU dijo que calcula que más de 110.000 personas, incluidos unos 44.000 niños, han sido evacuadas a refugios temporales en Honduras, Nicaragua, Guatemala, Belice, Panamá, Costa Rica y El Salvador.

«El acceso a agua y saneamiento de calidad se ha vuelto muy problemático en las áreas más afectadas por Eta. Ahora está aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua para los niños, al igual que el riesgo de propagación de la covid-19 en los refugios», dijo Aasen.

Una de las «preocupaciones crecientes» de Unicef «es cómo brindar más asistencia para salvar vidas a las familias afectadas por la tormenta tropical sin exponerlas a ellas ni a los trabajadores humanitarios a la pandemia» en curso, agregó el ato funcionario.

En todos los países de América Latina y el Caribe, Unicef continúa su apoyo para frenar el «número creciente» de casos de la covid mediante la distribución de Equipos de Protección Personal (EPP) a los trabajadores de salud de primera línea y artículos de higiene para niños, niñas y las familias más vulnerables, dijo la agencia en un comunicado.

Asimismo, los equipos de Unicef en el terreno «comenzaron a entregar suministros críticos para salvar vidas a las familias evacuadas, incluidos kits de higiene, tanques de agua, tabletas de desinfección, pruebas para el control de la calidad del agua y kits recreativos».

Las acciones de respuesta inmediata también incluyen el establecimiento de albergues temporales con espacios seguros para los niños y niñas desplazados, la prestación de servicios de emergencia de salud mental y apoyo psicosocial y apoyo a las sobrevivientes de violencia de género, dijo Unicef.-EFE

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