Emprendedores mejoran ampliamente su vida con financiamiento de Crédito Solidario

 La vida de Soraya Rivera López cambió de manera dramática cuando tuvo acceso a financiamiento de Crédito Solidario para su negocio de bisutería en la ciudad de Gracias (Lempira), una historia de éxito que se repite entre muchos emprendedores que han recibido ese apoyo.

Ante la necesidad de más clientes, Soraya se mudó de Villanueva (Cortés) a Gracias, donde obtuvo financiamiento por medio del Programa Presidencial Crédito Solidario.

Ese cambio le permitió crecer en clientes y demanda de productos, dos factores que han incidido de manera importante para que hoy cuente con la tienda más grande de bisutería de Lempira, incluso para vender al detalle y por mayor.

«Yo pensaba que ese programa era mentira, pero hoy les puedo asegurar que, además de no pedir muchos requisitos, la tasa de interés es baja, la cuota es accesible, y por eso yo he podido poner mi tienda, que incluso ya tiene hasta pedidos del exterior», manifestó Soraya.

Desde 2015 a la fecha, se han entregado 6.089 créditos a igual número de beneficiarios en el departamento de Lempira, con un monto de inversión de 54.286.900 lempiras, lo que ha generado más de 6.000 empleos directos.

Solo en lo que va de 2021, Crédito Solidario ha entregado en este departamento 387 financiamientos con un monto de desembolso de 6.156.000 lempiras.

Manos lencas

El caso de Antonia Sánchez, de la tienda Manos Lencas, es casi igual al de Soraya. Empezó vendiendo poco, en su casa, pero hoy tiene un local en el centro histórico de Gracias; además, se dedica a la venta de prendas como pulseras, mascarillas, mantas, blusas, camisas, faldas y más.

«Antes trabajaba en mi casa, pero hoy tengo un pequeño local en el centro, porque me piden productos de todos lados; gracias a Dios siempre tenemos trabajo, y seguimos buscando más opciones», aseveró doña Antonia.

Indicó que «Crédito Solidario es una gran ayuda; solo se necesita pagar puntual y ser ordenado en los gastos para poder acceder a un crédito, y para el que no piden mayores requisitos».

Venta de mangos

Crédito Solidario también ha contribuido a que pequeños emprendedores vuelvan a tener oportunidades para salir adelante, y el caso de María Santiago Ponce es uno de los miles existentes en el programa.

María tenía su pulpería en la ciudad de Gracias, pero debido a la pandemia de covid-19 la perdió, y debido a eso se vio obligada a buscar otras fuentes de ingresos.

Esas opciones se dieron con las ventas de frutas de temporada, y mientras pelaba y cortaba mangos para vender con especias y salsa negra, contó que perdió la pulpería cuando más la necesitaba.

Sin embargo, Crédito Solidario le abrió la puerta para acceder a un financiamiento y hoy sostiene a su familia con las ventas que realiza en el parque central de Gracias.

«Con Crédito Solidario ya llevo tres ciclos y de aquí estoy manteniendo a mi familia», dijo doña María.

Aseguró que, «si no fuera por el programa, no sé qué estaría haciendo, porque a mí me dio covid-19, pero aquí estoy, trabajando con financiamiento, y me va bien».

Ejemplos de crecimiento

En el centro histórico de Gracias, Orestes Matute, con su tienda de ropa y variedades, también tiene un agradecimiento para Crédito Solidario porque «a pesar de la pandemia, seguimos trabajando; la tasa de interés es baja, las cuotas igual, y eso permite que uno siga trabajando con el dinero».

También, Sandra Vejarano, propietaria de una tienda de telas, ha podido diversificar su negocio, y después de solo vender retazos, hoy se dedica a la venta de juegos de camera que ella misma confecciona, mascarillas, botones, hilos y diversidad de insumos para costura.

La clave, según doña Sandra, ha sido Crédito Solidario porque «he podido comprar más prendas para vender; tengo venta de mascarillas, juegos de cámaras, cubre-colchones y más, y las facilidades del programa son muchas».

De las facilidades que mencionó doña Sandra, también comentó José Reyes, propietario del negocio de venta de comida Asados La Parrillada y más, un negocio en el que trabajan solo familiares.

«Este es un negocio casi familiar. Aquí trabajan mi esposa, mis hijas y mi sobrino. Hacemos todo tipo de comidas, y Crédito Solidario nos ha permitido tener el financiamiento para trabajar incluso en medio de la pandemia», manifestó Reyes.

«Es un gran programa: bajas tasas de interés, cuotas bajas y, lo mejor, la atención de los gestores es muy buena. Nosotros seguimos creciendo, porque hemos encontrado un fácil acceso al crédito», manifestó Reyes.

De 2015 a la fecha, el Programa Crédito Solidario ha desembolsado a nivel nacional 1.796.721.410 lempiras en 181.207 financiamientos otorgados. Los empleos directos generados son más de 180.000 en todo el país.

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