EEUU declara culpable a hermano de presidente hondureño

Un jurado estadounidense declaró el viernes culpable a Tony Hernández, hermano del presidente de Honduras, de traficar miles de kilos de cocaína hacia Estados Unidos, tras un proceso legal que salpicó al gobernante de la nación centroamericana.

Hernández se mantuvo serio e inexpresivo mientras el jurado decía cuatro veces “culpable”, una por cada cargo de tráfico de drogas, posesión de armas y de mentir a las autoridades de Estados Unidos que enfrentaba el acusado.

Su abogado, Michael Tein, le dio una palmadita en el hombro después de leerse el veredicto.

Después, en la calle frente a la corte federal de Manhattan, Tein dijo que se apelará el caso tras la sentencia que emita el juez federal Kevin Castel el 17 de enero. El abogado dijo a los medios de comunicación que los testigos “mintieron” y “que son unos asesinos, son lo peor de lo peor”, en referencia a extraficantes que testificaron en el juicio, que duró 10 días y que fue seguido con interés en Honduras.

“Mi cliente es inocente”, subrayó Tein, tras argumentar que los agentes de la oficina antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) que testificaron tienen mucha credibilidad ante los ojos de un jurado pero cuando uno estudia lo que dicen se da cuenta de que no hay “evidencia dura” contra el acusado.

“Hicimos el mejor trabajo que pudimos pero obviamente no fue suficiente. Y además los testigos mintieron. ¿Cómo se puede creer a gente que ha cometido tantos asesinatos?”, agregó.

Tein se refería, entre otros, a Devis Leonel Rivera Maradiaga, exjefe del cartel de Los Cachiros, y quien testificó en el proceso legal contra Hernández. Rivera Maradiaga ha admitido haber sido responsable de la muerte de 78 personas.

Fiscales estadounidenses acusaron a Hernández, un excongresista de 41 años, de iniciarse en el mundo de la droga en el 2004 al ofrecer información sobre investigaciones y retenes policiales a narcotraficantes. Más adelante, aseguran, llegó a producir y traficar su propia droga, llegando a estar involucrado en el tráfico de unos 200.000 kilos de cocaína hacia Estados Unidos.

Según el gobierno estadounidense, Hernández recibió continuos pagos por parte de narcotraficantes a cambio de garantizarles la protección del gobierno hondureño. El dinero, dicen los fiscales, servían para financiar campañas electorales y comprar votos de políticos del Partido Nacional para ayudar así al presidente Orlando Hernández y otros.

La madre de Hernández y del presidente fue abucheada cuando salió de la corte por las decenas de hondureños congregados allí que grababan la escena en sus teléfonos celulares. Ni ella ni un hermano de Tony Hernández hablaron con prensa.

El presidente hondureño Juan Orlando Hernández dijo en una serie de tuits, tras conocerse el veredicto, que “en nombre de mi familia, y personalmente, recibo con gran tristeza las noticias del fallo en Nueva York”.

“¿Qué se puede decir sobre una condena basada en testimonios de asesinos confesos, y argumentos que varios de estos testigos no fueron extraditados por Honduras si Estados Unidos nunca los pidió en extradición?”, escribió.

El juicio salpicó de lleno al mandatario hondureño, ya que fiscales y extraficantes dijeron durante el proceso que éste recibió fondos por parte de narcos para poder financiar sus campañas electorales y comprar los votos de diputados para lograr ser presidente del Congreso y más adelante del país.

Los supuestos sobornos habrían sido pagados por Rivera Maradiaga, el exalcalde y exnarcotraficante Amílcar Alexander Ardón y Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”, entre otros. Los tres testificaron en el juicio. Ardón y Rivera Maradiaga también dijeron que sobornaron al expresidente del país Porfirio Lobo, quien lo ha negado.

La semana pasada, Ardón declaró que el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán le entregó personalmente un millón de dólares a Tony Hernández en 2013 para financiar la campaña presidencial del actual mandatario.

El presidente hondureño ha negado las acusaciones repetidamente y ha dicho que ex narcotraficantes que testificaron en el juicio contra su hermano mienten y buscan vengarse de él porque promovió leyes de extradición a Estados Unidos y llevó a cabo una dura lucha contra el narcotráfico.

“En nombre del Gobierno de Honduras y de sus instituciones se rechaza cualquier falsa e irresponsable versión que busca manchar el nombre de Honduras a raíz de este fallo”, señaló el gobernante en otro tuit el viernes.

“Todo seguirá igual porque nuestra sociedad está impactada, en shock, y no sabe cómo actuar… Honduras está sumergida en una crisis social, política y económica”, dijo, sin embargo, el exfiscal general Edmundo Orellana. “El fallo de Nueva York establece claramente que los narcotraficantes se han apoderado del Estado hondureño”.

Unos 60 hondureños celebraron justo después del veredicto en la calle frente a la corte, al grito de “¡Fuera JOH!”, las siglas del nombre del presidente Juan Orlando Hernández. Llevaban carteles y ondeaban la bandera de Honduras.

Héctor David, un hondureño de 49 años, celebró junto a otros frente a la corte.

“Por fin tenemos justicia en Honduras. Sin duda, esperaba que esto iba a pasar”, dijo. “El presidente fue mencionado cada día aquí. Ahora se sabe que protegió a narcotraficantes”.

Esta semana el fiscal Emil Bove aseguró en el juicio que Hernández y el presidente contribuyeron a convertir a Honduras en un narcoestado donde la violencia y la corrupción dominan el día a día.

Bove intentó apelar a los miembros del jurado destacando cómo impacta la cocaína en las comunidades estadounidenses.

“Ocho mil. Hay ocho mil dosis individuales de cocaína en un kilo. Hay verdadera miseria en ese número. Esto no es Netflix. Esto no es una película. Cada dosis individual podría dejar a un padre o madre preguntándose donde está su hijo”, dijo.

El presidente Orlando Hernández fue reelegido en 2017 a pesar de una prohibición constitucional respecto a la reelección. El mes pasado, Honduras firmó un acuerdo con Estados Unidos sobre cómo manejar a solicitantes de asilo. En los últimos años, miles de hondureños y otros centroamericanos han huido de la región para acceder a Estados Unidos a través de la frontera que éste país tiene con México.-AP

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