La búsqueda internacional de un avión militar chileno con 38 pasajeros a bordo perdido sobre el tormentoso Paso Drake seguía sin resultados el miércoles, cuando las tareas de localización se expandieron a un área aproximada de 400 por 450 kilómetros.
Unos 65 familiares de los pasajeros tenían previsto llegar alrededor del mediodía a Punta Arenas, a unos 3.000 kilómetros al sur de la capital chilena, para ser informados en detalle sobre de las labores de rescate. Otros parientes llegaron la víspera.
El general Eduardo Mosqueira, jefe de la Cuarta Brigada Aérea de Chile, informó en rueda de prensa que “hoy día han mejorado las condiciones de visibilidad y de altitud en el área así que podemos tener mayores expectativas”.
De la operación participan medios marinos, aéreos, submarinos y satelitales de Argentina, Brasil, Estados Unidos y Uruguay. En los próximos días llegarán al país rescatistas de otras naciones.
“Lo más difícil son las condiciones meteorológicas del área”, señaló Mosqueira, quien precisó que las nubes en el Paso Drake, que une el continente con la Antártica, están a una altitud de unos 300 metros.
Mosqueira indicó que el área de búsqueda del aparato fue ampliada a nuevos cuadrantes equivalentes a distancias de unos 400 por 450 kilómetros.
El comandante de la Tercera Zona Naval, Ronald Baash, precisó que los barcos trabajan en cuatro áreas de 80 por 80 kilómetros y añadió que un buque brasileño en la zona tiene capacidad para realizar una búsqueda de hasta 4.000 metros de profundidad.
El avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile que transportaba 17 tripulantes y 21 pasajeros, incluidos tres civiles, se comunicó por última vez con la torre de control el lunes a las 18.13 (2113 GMT), 70 minutos después de despegar.
Mosqueira dijo a The Associated Press que “vamos a continuar (la búsqueda) las 24 horas al día, sea tanto realizando misiones de noche como de día con los medios que están a nuestra disposición, tanto de la Fuerza Aérea como medios de la Armada y también de Fuerzas Aéreas amigas”.
El general declinó comentar las palabras del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Arturo Merino, quien la víspera y ante una consulta señaló que una de las posibilidades de que el avión no haya disparado la señal de alerta es que “muchas veces cuando los impactos son demasiado fuertes en el agua, y el avión se hunde rápidamente, no alcanza a emitir señal. Esa puede ser una posibilidad”.
La Fuerza Aérea chilena, que realiza viajes a la Antártica al menos una vez al mes, informó que los dos pilotos del Hércules tenían amplia experiencia, que recientemente habían sido destacados en Estados Unidos por su destreza y que la aeronave estaba en buenas condiciones técnicas.
El Hércules C-130, de cuatro motores, es definido como un “caballo de batalla militar” que comenzó a fabricarse y volar en 1950, afirmó a AP el expiloto de la compañía US Airways de Estados Unidos John M. Cox, actual director ejecutivo de la consultora Safety Operating Systems.-AP