La muerte de un menor de 18 meses, quien apareció asfixiado en su casa, ha despertado las investigaciones por parte del Ministerio Público.
El hecho se suscitó en una casa de la colonia Los Laureles en Comayagüela, cuando el bebe estaba bajo el cargo de su padrastro.
El padrastro fue identificado como Gustavo Adolfo Matamoros, quien pidió prestado al pequeño para cuidarlo, mientras la madre del niño andaba trabajando.
Cuando los familiares fueron a buscar al bebé, lo encontraron muerto y no había rastros de Matamoros por ningún lado.
Por lo anterior, se consideró como principal sospechosos al padrastro, quien tras varias horas se entregó en la posta policial, situada en el barrio Los Dolores en el centro de Tegucigalpa, capital del país. El hombre asegura que el niño se atragantó con el pepe.
Personal de Medicina Forense hizo el respectivo levantamiento y trasladaron el cadáver a la morgue del Ministerio Público, para determinar las causas de la muerte.