El divisionismo, la violencia y el alto grado de ingobernabilidad existente en Honduras, quedo demostrada cuando el designado presidencial Ricardo Álvarez Arias escribió en su cuenta de Twitter “Responsabilizo directamente a Díaz Zelaya sobre cualquier acto de la naturaleza que sea, en contra de mi familia o de mi persona” en una clara alusión al Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerza Armadas, General, Fredy Santiago Díaz Zelaya.
Las acusaciones de Álvarez Arias obedecieron a su malestar porque el Jerarca militar no lo invito a la ceremonia del 189 aniversario del ejército hondureño, donde fueron ascendidos unos 113 oficiales, que cumplían los requisitos según el acuerdo emitido por el congreso nacional, privando de ese derecho a muchos buenos oficiales, incluyendo a su edecán, el Capital Zaldaña.
El malestar del alto funcionario, quedo evidenciado cuando expreso que “teme por su vida” y utiliza las redes sociales para responsabilizar al General Díaz Zelaya de cualquier cosa que pueda pasarle a su persona y a su familia.
Situaciones como esta, demuestran la debilidad del Gobierno de Juan Orlando Hernández, quien pese a que ubica sus piones en posiciones convenientes para sus planes continuistas, no ha podido conformar un equipo que piense y actúe de acuerdo a sus intereses.