A la espera del humo blanco

Los cardenales católicos, incluidos los 115 electores menores de 80 años que votarán para elegir el próximo Papa, ya celebraron en la Basílica de San Pedro una última misa. Ésta dio inicio al cónclave, que se celebra en la Capilla Sixtina.

Se trata de un proceso es casi un secreto: salvo los participantes, nadie puede presenciar las votaciones ni hablar con los electores. El cónclave, además de secreto, está empapado de rituales y oraciones; podría durar varios días, considerando que no hay un candidato favorito.

Este martes 12 de marzo se celebrará la primera votación por la tarde (horario de Italia), depsués, los participantes se retirarán a un hotel del Vaticano para pasar la noche.

Para el miércoles 13 de marzo se harán 4 votaciones al día hasta que 1 de ellos obtenga una mayoría de 2 tercios ó 77 votos.

El humo negro de la chimenea sobre el tejado de la Capilla Sixtina significará que nadie ha salido elegido aún

El humo blanco y el tañido de las campanas de San Pedro anunciarán la llegada de un nuevo Papa.

Como en tiempos medievales, los cardenales no podrán comunicarse con el mundo exterior. El Vaticano también ha tomado medidas de alta tecnología para asegurar el secreto en el siglo XXI, como dispositivos inhibidores para impedir filtraciones.

Los cardenales electores comenzaron a movilizarse en el hotel Santa Marta, una residencia moderna que se usa por segunda vez para alojar a los participantes durante el cónclave. La primera fue en 2005.

Muchos católicos esperan ver cambios positivos

El cardenal mexicano Norberto Rivera, dijo al diario italiano La Stampa que hay muchos puntos de vista diferentes sobre el perfil adecuado del próximo Papa.

«Algunos lo imaginan más académico, capaz de establecer un diálogo entre culturas. Otros quieren que esté cerca de la gente», dijo el cardenal. «Aún así, otros quieren que tenga más autoridad para resolver algunas cuestiones dentro de la Iglesia. Hasta ahora no hay mayoría y damos gracias a Dios por su diversidad», dijo.

Consultado sobre si el cónclave podría por tanto alargarse, dijo: «No creo que sea largo porque haya opiniones diversas. Llegaremos a un acuerdo muy rápidamente».

La duración promedio de los últimos 9 cónclaves ha sido de poco más de 3 días, y ninguno ha durado más de 5 días.

Señalando divisiones entre los cardenales, los periódicos italianos informaron este mismo martes (12 de marzo) un enfrentamiento abierto entre los prelados en una reunión previa al cónclave.

Según los diarios, el número dos del Vaticano con Benedicto XVI, Tarsicio Bertone, acusó al brasileño Joao Braz de Aviz de filtrar comentarios críticos a los medios. Aviz replicó que las filtraciones procedían de la Curia, lo que provocó fuertes aplausos.

Todos los prelados que se retirarán a la Capilla Sixtina fueron elegidos por Benedicto XVI o por su predecesor polaco Juan Pablo II, y el próximo pontífice casi con seguridad continuará con su defensa de las enseñanzas tradicionales.

Benedicto XVI y Juan Pablo II fueron criticados por no poder reformar la burocracia del Vaticano, asediado por denuncias de intrigas e incompetencia, y algunos hombres de la Iglesia creen el próximo Papa debe ser un buen gestor o poner al menos un buen equipo de dirección bajo su ala.

Ya que sólo 24% de los católicos viven en Europa, están creciendo las presiones dentro de la Iglesia para elegir un pontífice de cualquier otro lugar del mundo que ofrezca una perspectiva diferente.

Los cardenales latinoamericanos se preocuparían más por la pobreza y el aumento de las iglesias evangélicas que por cuestiones sobre materialismo y abusos sexuales que dominan en Occidente, mientras que el crecimiento del islam es una preocupación importante para la Iglesia en África y Asia.

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *