La ya gastada frase de campaña “Honduras esta cambiando”, que utilizo y sigue utilizando en los discursos y comparecencias Juan Orlando Hernández, se ha vuelto una muletilla que ha perdido fuerza y vigencia por los constantes actos de corrupción que son señalados en su gobierno.
Esta llevada y traída frase, que ha logrado hacer eco en la prensa alineada con el gobierno, ya no tiene el impacto que estos políticos creían que tenia, el Tribunal Superior de cuentas, anuncio que unos 17 ex funcionarios de gobierno serán obligados a devolver al estado unos 60.8 millones de lempiras, reparados por actos de corrupción.
Juan Orlando Hernández, en su afán de mejorar su perfil y hacer creer a los hondureños que Honduras transita por la ruta de la honestidad y prosperidad, en octubre de 2014, firmó un acuerdo de buena fe con la presidenta de Transparencia internacional, señora Hugette Labelle, con el propósito de combatir los altos niveles de corrupción que caracterizan su administración. Sin embargo, la condición delincuencial, el tráfico de influencias, el saqueo y el enriquecimiento ilícito, son conductas que se mantienen impunes en la administración pública.
El máximo organismo contralor, el Tribunal Superior de Cuentas, notificó 17 pliegos de responsabilidad a igual número de ex funcionarios en la administración nacionalista y señala varias instituciones estatales donde los corruptos mencionados aprovecharon su condición para extraer fondos ilegalmente.
Entre las instituciones desvalijadas se mencionan la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones HONDUTEL, Despacho Presidencial, Secretaria de Salud, Educación, Dirección Ejecutiva de Ingresos, Instituto Nacional Agrario, Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones INJUPEMP, el Seguro Social así como algunas alcaldías municipales.
Muchos de estos fondos, además de incrementar el patrimonio personal de los servidores públicos, fueron utilizados en la campaña presidencial del actual mandatario, quien era Presidente del Congreso Nacional, pues según investigaciones de organizaciones no gubernamentales, de algunas instituciones, específicamente del Instituto Hondureño de Seguridad Social, salieron cheques con sumas millonarias a cuentas personales, entre los que figuran su misma hermana y actual ministra de Estrategia y Comunicación, Hilda Hernández, quien además es cuestionada por la construcción de un palacio valorado en 50 millones de lempiras, en Comayagua, zona central del país y el ex ministro de seguridad y actual jefe de bancada del Partido Nacional, Oscar Álvarez.
¿Será posible que Honduras esté cambiando? Los actos de corrupción surgen a diario en la administración de JOH y los mismos, dada la influencia que ejercen estos personajes en los operadores de justicia, se mantienen en la impunidad y pasan a ser temas olvidados, que no pasaron de ser noticia de dos o tres días en los medios y luego fueron sustituidos por otros que en igual o mayor cuantía, debilitan la ya agonizante economía nacional.