Por Esdras Amado López, Director de los Noticieros Así Se Informa
La batalla legal entre el estado de Texas y el Gobierno federal de Estados Unidos ha alcanzado un nuevo hito, con el Tribunal Supremo tomando medidas para detener la entrada en vigor de la severa ley antiinmigración del estado de Texas, conocida como Senate Bill 4 (SB4). Esta medida ha sido adoptada tras la presentación de argumentos por parte de ambas partes.
El juez Samuel Alito del Tribunal Supremo ha bloqueado la norma de manera indefinida hasta que se emita una nueva orden, mientras el tribunal examina detenidamente los argumentos planteados por ambas partes.
La ley SB4, autorizada por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, habría permitido a la justicia estatal ordenar la expulsión de personas sospechosas de haber ingresado al territorio de manera irregular. Esta medida, que estaba prevista para entrar en vigor el 5 de marzo, atribuía al estado de Texas un poder que hasta entonces estaba en manos de las autoridades federales.
El fiscal de Texas, Ken Paxton, argumentó que la ley fue diseñada para abordar la crisis migratoria en la frontera sur, que afecta particularmente a Texas. Sin embargo, el Departamento de Justicia, respaldado por grupos defensores de los derechos de los migrantes, impugnó la medida, argumentando que interferiría con el Gobierno federal, afectaría las relaciones internacionales de Estados Unidos y podría violar los derechos civiles de la población.
El juez federal David Ezra, con sede en Texas, respaldó esta postura bloqueando preliminarmente la ley el pasado 29 de febrero, afirmando que esta «amenaza la noción fundamental de que Estados Unidos debe regular la inmigración con una sola voz».
A pesar de esta decisión, Paxton apeló la medida ante el Quinto Circuito de Apelaciones, que respaldó la entrada en vigor de la ley el 18 de marzo. Ante esta situación, los demandantes se vieron obligados a acudir al Tribunal Supremo de Justicia para frenar la aplicación de la ley.
La SB4, de ser implementada, tendría implicaciones significativas. Considera que el ingreso o intento de ingreso al estado de Texas desde una nación extranjera de manera irregular constituye un delito menor, que podría transformarse en un crimen grave en caso de reincidencia, con penas de hasta 20 años de prisión. Además, autorizaría a la policía y fuerzas de seguridad pública de Texas a arrestar a quienes no puedan comprobar un cruce regular de la frontera.
Este tema, central en la política texana, también se proyecta como un aspecto clave en las próximas elecciones presidenciales en noviembre. La migración, que enfrenta a Abbott, aliado de Donald Trump, con la administración de Biden, sigue siendo uno de los temas más discutidos y relevantes para el apoyo popular.
Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos muestran que, en enero de 2024, más de 176,000 migrantes se encontraron con las autoridades al cruzar la frontera sur del país, lo que destaca la importancia de este tema en el panorama político actual.