Luego de haber asistido a una misa oficiada por el cardenal Rodríguez, para celebrar los 200 días de clases, el presidente Juan Orlando Hernández, se fue a shinear las botas que andaba.
El presidente de Honduras hizo una inesperada visita a los lustrabotas del Parque Central y a la salida aprovechó su presencia en la plaza pública para realizar la sorpresiva visita a los lustrabotas.
El presidente de Honduras se sentó en una banca mientras le aplicaban chinola a sus zapatos y junto a él estaba el designado presidencial Ricardo Álvarez.
Algo que llamo la atención fue que el mandatario llego fuertemente resguardado y prácticamente fue imposible que los ciudadanos pudiesen acercarse a el.