Conductores de Rapiditos “pandos” protestaron para que sean legalizados y así poder trabajar sin ningún inconveniente.
Debido a esta acción la policía nacional cerro un tramo del bulevar Juan Pablo II, para evitar que las unidades estuvieran cerca de la cede del poder ejecutivo.
Es por eso que los conductores llegaron a pie hasta la y dejaron sus unidades a unos metros atrás.
Una de las pancartas decía «Ni subsidios, ni bonos, ni aumento al pasaje, queremos trabajar legalmente, con esta chamba vivimos una vida mejor».
La Dirección General de Transporte (DGT) se ha negado a legalizar estas unidades de transporte debido, en parte, a que hay una sobreoferta que satura el tráfico vial en Tegucigalpa y Comayagüela. Y han anunciado que continuarán los operativos de decomiso.