La Cámara de Representantes de EE.UU. inició este miércoles su sesión en la que prevé votar por el nuevo juicio político contra el presidente Donald Trump tras el violento asalto al Capitolio del pasado miércoles de una turba de sus seguidores, en el que murieron cinco personas.
Los demócratas, con mayoría en la Cámara Baja, buscarán este miércoles acusar al mandatario del cargo de «incitación a la insurrección».
El voto se prevé que salga adelante con el respaldo de la bancada demócrata, y al menos cuatro legisladores republicanos han anunciado que se sumarán a la iniciativa: Adam Kizinger, congresista de Illinois; Liz Cheney, congresista de Wyoming; John Katko, de Nueva York; y Fred Upton, por Michigan.
El proceso iniciado en la Cámara Baja promete obligar al Senado a someter a Trump a un juicio político que se desarrollará cuando el presidente electo, el demócrata Joe Biden, ya esté en el poder, y que por tanto no tendrá como principal objetivo la destitución del mandatario sino su posible inhabilitación para ejercer futuros cargos políticos.
Por su lado, Trump rompió este martes su silencio tras el asalto al Capitolio al calificar el nuevo juicio político como algo «absolutamente ridículo» y «una continuación de la mayor caza de brujas de la historia de la política».
De aprobarse, se convertirá en el primer presidente sometido a dos juicios políticos en la historia de EE.UU.
Estados Unidos vive unos momentos de tensión política sin precedentes recientes a menos de una semana de que se lleve a cabo la ceremonia formal de traspaso de poder, prevista para el 20 de enero, en la que Biden asumirá la Presidencia.
Las autoridades han efectuado ya un enorme despliegue policial en Washington, con más de 10.000 efectivos, y levantando vallas en torno al Capitolio, en cuyas escalinatas se llevará a cabo la ceremonia de investidura, para evitar las escenas de la caótica jornada del pasado miércoles que dieron la vuelta al mundo. EFE