En guerra con una rama del gobierno e iniciando un enfrentamiento con otra, el presidente Donald Trump declaró el viernes una emergencia nacional para cumplir su promesa de construir un muro en la frontera con México.
Soslayando al Congreso, que le asignó mucho menos dinero del que solicitaba para su proyecto de muro, Trump dijo que utilizará su poder como jefe del ejecutivo para derivar miles de millones de dólares de los fondos asignados originalmente para construcciones militares y la lucha contra las drogas, dijeron sus colaboradores.
Poco después, Trump promulgó la legislación derivada del acuerdo presupuestario del Congreso, que evita otra paralización del gobierno y autoriza el desembolso de un monto limitado de dinero para construir el muro. Trump firmó el documento en la Casa Blanca el viernes, dijo la vocera Sarah Sanders.
La declaración de Trump de una emergencia suscitó críticas inmediatas de ambos partidos en el Congreso y se prevé que enfrentará numerosas demandas judiciales.
En su anuncio desde la Rosaleda de la Casa Blanca, el presidente aseguró que la inmigración ilegal constituye “una invasión de nuestro país”.
En una muestra inusual de bipartidismo, los legisladores aprobaron el jueves asignar fondos a amplios sectores del gobierno y evitar así una repetición del cierre parcial del gobierno que duró cinco semanas. La insistencia de Trump en los fondos para el muro había sido un eje de contención en sus negociaciones con el Congreso durante más de dos años, lo mismo que la resistencia de legisladores de ambos partidos para satisfacer el pedido del presidente.
Colaboradores de la presidencia reconocieron que carecían de apoyo suficiente en el bloque republicano para enfrentar un nuevo cierre de gobierno, por lo que Trump resolvió poner a prueba los límites de su autoridad presidencial.
El dinero asignado a las vallas fronterizas, unos 1.400 millones de dólares, quedó lejos a los 5.700 millones que Trump asegura necesitar y financiará apenas la cuarta parte de los 322 kilómetros (200 millas) de cerca que esperaba construir este año.
Para cerrar esa brecha, Trump anunció que gastará unos 8.000 millones de dólares en vallas, al sumar a la asignación del Congreso los fondos que espera derivar por decreto, incluida la emergencia nacional. Esos fondos provendrían de la lucha contra las drogas y construcciones militares, pero los colaboradores no supieron aclarar qué proyectos militares se verían afectados.
A pesar de la oposición generalizada de los legisladores a la declaración de emergencia, incluidos algunos republicanos, Trump respondía a las presiones para que tomara medidas unilaterales con tal de aplacar a su base derechista de electores y evitar la apariencia de que no tuvo el suficiente valor para cumplir su promesa.
Los asesores de campaña y de la Casa Blanca insisten en que la promesa del muro, cumplida o no, es un factor de triunfo para Trump al iniciar la campaña para su reelección, siempre que no dé la apariencia de capitular.
Ante las versiones de que Trump declararía la emergencia, no demoraron en escucharse las condenas de los demócratas y las amenazas de estados temerosos de perder fondos o federales o que acusaron a Trump de abuso de autoridad.
En una especie de cantilena, Trump habló de las demandas contra su decisión, las que llegarán incluso a la Corte Suprema. “Lamentablemente nos demandarán y lamentablemente seguirá un proceso y felizmente ganaremos, creo”, dijo el presidente.
La presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, y el jefe de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, lo calificaron de “declaración ilegal frente a una crisis que no existe”. Añadieron que “violenta nuestra Constitución y vuelve a Estados Unidos menos seguro, al robar fondos de la defensa que la seguridad de nuestros militares y nuestra nación necesita con urgencia”.
“Las medidas del presidente evidentemente violan el poder sobre el erario, que es exclusivo del Congreso según lo consagraron los Fundadores en la Constitución”, dijeron en un comunicado conjunto. “El Congreso defenderá nuestras autoridades constitucionales y en público con todos los recursos disponibles”.
Varios secretarios de Justicia estatales demócratas dijeron que estudiaban medidas legales para bloquear a Trump.
En una declaración que seguramente se utilizará para cuestionar los fundamentos legales de su declaración de emergencia, Trump insinuó cuáles eran las realidades políticas en el trasfondo de su medida. “Podría construir el muro en un período de tiempo mucho más largo”, dijo. “No necesitaba hacer esto, pero prefiero hacerlo mucho más rápidamente”.-AP