El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras, Roberto Herrera, abogó hoy porque se dé un trato digno a los nicaragüenses que huyen de la violencia y la crisis política que afecta al país vecino.
“Hemos solicitado al gobierno de Honduras, por medio de los secretarios de Gobernación y Defensa, para que se tomen las medidas de prevención necesarias para asegurar un buen recibimiento a los nicaragüenses o cualquier persona que venga de otro país”, subrayó Herrera en un comunicado del organismo de derechos humano.
Destacó la importancia de que los nicaragüenses reciban “el trato que corresponde a una migración digna o a un refugiado digno como esperamos que lo hagan todos los otros países con los hondureños que lamentablemente tienen que emigrar forzadamente a otros países, especialmente a los Estados Unidos”.
El defensor del pueblo hondureño indicó que “son varios los nicaragüenses” que han ingresado a Honduras por diferentes puntos fronterizos y han acudido al Comisionado Nacional de Derechos Humanos en busca de ayuda.
“Hemos recibido a varios ciudadanos nicaragüenses y le hemos acompañado en varias gestiones y el avance es que ellos habrían considerado solicitar asilo en Honduras”, señaló.
Según cifras del organismo hondureño, una veintena de nicaragüenses han solicitado asilo a las autoridades de Honduras y otros siete han pedido permiso para cruzar el país.
Herrera destacó el trabajo que realiza el organismo hondureño con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) “tratando de prever, ya que el lado de la frontera con Costa Rica está limitado por las fuerzas de seguridad de Nicaragua y podría haber una reorientación de las personas que huyen de la persecución para venir a Honduras”.
Señaló que el número de nicaragüenses, especialmente jóvenes, que ingresen a Honduras pueden aumentar considerablemente con el agravamiento de la crisis en Nicaragua.
“Lo importante para una institución defensora de los derechos humanos y para un Estado democrático, es tomar las medidas necesarias para asegurar que todas las personas que puedan entrar al país sean atendidas dignamente”, enfatizó.
El Comisionado de los Derechos Humanos indicó que los jóvenes nicaragüenses es el “sector que se siente más amenazado por la violencia que está prevaleciendo en Nicaragua”.
Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Daniel Ortega siendo presidente.
Datos de organismos humanitarios indican que, desde el estallido social del 18 de abril pasado, han muerto entre 317 y 448 personas, en protestas contra Ortega, quien solo reconoce 198 fallecidos.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.-ACAN-EFE