Tiene 33 años, 5 Balones de Oro y acaba de conseguir su quinto título de la Liga de Campeones: la superestrella Cristiano Ronaldo sacudió el planeta fútbol este martes al fichar por la Juventus de Turín por su deseo de empezar «un nuevo ciclo» en Italia.
«He reflexionado mucho y sé que ha llegado el momento de un nuevo ciclo. Me voy pero esta camiseta, este escudo y el Santiago Bernabéu los seguiré sintiendo siempre como algo mío, esté donde esté», señaló el astro portugués en una carta publicada en la página de internet del Real Madrid.
Con el prestigio y el cariño de la afición que le granjearon todos sus goles y sus títulos, Ronaldo podría haber optado por vivir los últimos años de su carrera en Madrid, donde es el ‘rey’ de la ciudad con cuatro Balones de Oro y cuatro ‘Champions’ durante su etapa con la camiseta blanca, desde su llegada a la capital española en 2009.
Pero eso iría en contra de su personalidad de trabajador infatigable y de hombre ambicioso hasta el límite.
«He pedido al club que acepte traspasarme. Lo siento así y pido a todos, y muy especialmente a nuestros seguidores, que por favor me comprendan», prosigue Ronaldo en su misiva.
Sólo alguien con una gran ambición puede hacer una declaración como la que realizó tras recibir su quinta distinción individual como mejor jugador del mundo, lo que le permitió igualar en el palmarés con el argentino Leo Messi: «Quiero siete hijos y otros tantos Balones de Oro».
Desde entonces conquistó una nueva Liga de Campeones con el Real Madrid, aunque vivió la decepción de caer en octavos de final del Mundial de Rusia.
Por su presencia constante en el foco mediático genera adhesiones inquebrantables pero también enemigos. Es uno de los mejores jugadores del mundo, pero también uno de los más detestados.
«Si yo tuviera a un jugador como yo, le renovaría por al menos diez años», llegó a decir en septiembre de 2016. «Me tienen envidia porque soy rico, guapo y buen jugador», afirmaba en 2011 para responder a los silbidos de aficionados.
En una España sacudida por la crisis económica, Cristiano Ronaldo generó polémica al reconocer estar «triste» por su situación en el Real Madrid, antes de forzar un contrato revisado al alza, que le hizo todavía más millonario.
Antes de la actual temporada, su entorno dejó caer que el jugador podría querer abandonar el fútbol español, coincidiendo con sus problemas judiciales por fraude fiscal.
– «Más importante» que todos –
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, recibió el mensaje y admitió poco después que Cristiano era «más importante» en el club que cualquiera.
CR7 es una estrella, pero también un trabajador incansable, hecho a sí mismo. Nació en una familia muy humilde de Madeira y su fuerte acento le provocó burlas cuando se trasladó a Lisboa a los 12 años.
Se sobrepuso a esos momentos iniciales tan complicados, lejos de casa, y terminó convirtiéndose en la estrella absoluta en la cantera del Sporting de Lisboa.
En 2008 se coronó una primera vez en la Liga de Campeones con el Manchester United, donde jugó de 2003 a 2009. Fue el año en el que consiguió su primer Balón de Oro.
En 2009 llegó su traspaso galáctico al Real Madrid, por 94 millones de euros, que era un récord en aquel momento. Su segunda Champions tardó en llegar, pero se dio en 2014, donde fue el gran artífice con 17 tantos en esa edición del máximo torneo europeo.
La tercera Liga de Campeones la ganó con el equipo merengue en 2016, con 16 goles del luso, y la cuarta en 2017, con 12 dianas.
Récord a récord, este atacante rápido y potente (1,85 metros, 80 kilogramos), hábil con los dos pies y con la cabeza, es el máximo goleador histórico del Real Madrid, de la Liga de Campeones y de la selección portuguesa.
En 2016 fue capitán de la selección portuguesa que ganó la Eurocopa, convirtiéndose todavía más en héroe nacional y curando la herida que sufrió cuando, siendo muy joven, vio cómo el título europeo se le escapaba a su Seleçao en 2004, siendo la anfitriona.
– Museo y aeropuerto –
Es la viva imagen de un triunfador, que no esconde sus coches de lujo, su avión privado, sus abdominales perfectamente cincelados y su tren de vida fastuoso.
Tampoco oculta su vida familiar, ahora al lado de la española Georgina Rodríguez, y con cuatro hijos (Cristiano Junior, los mellizos Eva y Mateo, y la pequeña Alana Martina, esa última con Georgina como madre).
La imagen de CR7 sirve también para línea de ropa o para un perfume. En Madeira es casi una divinidad, con un museo a mayor gloria de su hijo más ilustre y el aeropuerto rebautizado con su nombre.
«Cuando me retire, miraré las estadísticas para ver si estoy entre los mejores. Seguramente lo estaré», afirma Cristiano. Un genio inimitable.-AFP