El gobierno de Estados Unidos anunció este martes que mantenía los preparativos para la cumbre entre Donald Trump y Kim Jong Un, aún después que Corea del Norte arrojó una sombra de dudas sobre la realización del evento.
«Continuaremos preparando la reunión entre el presidente Trump y Kim Jong Un», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, quien añadió que Washington no había recibido ninguna «notificación» de un eventual cambio de postura del gobierno norcoreano.
Sin embargo, una agencia noticiosa de Corea del Sur reportó que el servicio oficial de informaciones de Corea del Norte había reclamado por ejercicios militares que realizan fuerzas estadounidenses y surcoreanas.
Trump y Kim habían acordado una reunión cumbre el 12 de junio en Singapur, pero la queja norcoreana arroja un manto de incertidumbre sobre el encuentro.
De acuerdo con la agencia surcoreana Yonhap, Corea del Norte considera «provocativos» los ejercicios militares que realizan fuerzas estadounidenses y surcoreanas. Estados Unidos «debe hacer una cuidadosa deliberación sobre el destino de la cumbre EEUU-Corea del Norte a la luz de estos provocativos ejercicios militares», reportó la agencia norcoreana, conforme citó Yonhap.
«No hemos escuchado nada desde ese gobierno o el gobierno de Corea del Sur para indicar que no deberíamos seguir con esos ejercicios militares o que no deberíamos seguir preparando la reunión», dijo el martes Nauert.
Incluso, añadió, los negociadores estadounidenses tenían elementos para asumir que Kim «entiende y aprecia la importancia» de las acciones militares conjuntas que se realizan en Corea del Sur.
En tanto, el Pentágono informó este martes que los ejercicios militares conjuntos «Max Thunder» comenzaron el lunes y se realizarán hasta el 25 de mayo.
Esos ejercicios, informó el Pentágono, se proponen mejorar la capacidad de la alianza EEUU-Corea del Sur de defender esa parte de la península coreana.
«Aunque no discutiremos detalles específicos, la naturaleza defensiva de esos ejercicios han sido claros desde hace décadas y no han cambiado», informó el Pentágono en una nota.