La Alianza de Oposición sostiene con firmeza su decisión de mantenerse en insurrección frente al gobierno de Juan Orlando Hernández.
En medio de ese llamado, el pueblo sigue en las calles quemando llantas arriesgando su vida ofrendando su vida por lo que ellos llaman un fraude monstruoso.
Pero eso es en las calles, en la lucha de allá, pero también hay otro escenario de lucha, el escenario de aquí, el de aquí es en el Congreso Nacional.
La diferencia entre el escenario de allá con el escenario de aquí, es que en el de aquí, la lucha no se libra como en las calles la libran hombres y mujeres valientes.
En el escenario de aquí, la tal lucha no existe, los representantes de los de allá pactan con los usurpadores para conocerse mejor, pactan trabajar en equipo para producir dictámenes al cuestionado régimen.
Mientras la gente se mata en las calles allá, aquí en el congreso, los líderes de la oposición de aquí cuentan con asesores, locales, salones y comidita bien calentita.
Mientras en las calles siguen la línea de la insurrección, aquí en el congreso la oposición forma parte de un prestigiado grupo de poder.
Ese grupo de poder está en la conformación de las diferentes comisiones legislativa que integran tradicionalmente nacionalistas y liberales, ahora mientras aquellos de allá están en las calles, en el congreso de aquí, la oposición es parte de 36 comisiones para legislar en medio de esta controversial administración.
La cúpula nacionalista nombro las comisiones integradas por miembros de la oposición también.
En las calles de allá hay un comandante, pero en el campo de batalla de aquí en el congreso también hay un comandante que gira instrucciones a sus presidentes entre los que se cuenta a la oposición también.
En las calles de allá hay confrontación, en la batalla de aquí todo comienza con una afable amistad entre los que en teoría son enemigos.
La lucha en las calles es por iniciativa propia, la lucha de aquí en el congreso es con asesores.
La lucha en las calles es en las calles, bajo el sol en medio de bombas lacrimógenas, la lucha aquí en el congreso es en salones con aires acondicionados.
La lucha en las calles es con el estómago vacío, la lucha aquí en el congreso es con rica comida deliciosa comida.
En las calles la lucha es por el poder, aquí la lucha es por sacar decretos y más decretos.
Es evidente que en esta insurrección, la lucha es desigual, bastante desigual.