Incendios forestales en el centro de Portugal dejaron un saldo de 62 personas muertas mientras éstas trataban desesperadamente de escapar de sus autos cuando quedaron atrapados por las llamas que alcanzaron una carretera; es el peor desastre que el país ha experimentado en décadas.
Casi 24 horas después de haber cobrado decenas de vidas, los incendios siguen agitándose en las laderas boscosas del centro del país. La policía y los bomberos buscan más cuerpos en áreas carbonizadas del bosque y en casas aisladas.
Es un momento de dolor, pero también un momento para continuar la lucha contra las llamas, dijo que presidente Marcelo Rebelo de Sousa a la nación en un discurso televisado el domingo por la noche.
El gobierno decretó el domingo tres días de luto nacional en memoria de las víctimas.
Una enorme pared de humo espeso y brillantes llamas color rojo se alzaban sobre las copas de los árboles en la zona boscosa de Pedrogao Grande, 150 kilómetros (95 millas) al noreste de Lisboa, donde se creía que un rayo había provocado el incendio del sábado.
Los investigadores encontraron un árbol que fue impactado durante una tormenta eléctrica seca, dijo el jefe de la policía nacional.
Las tormentas secas son frecuentes cuando el agua que cae se evapora antes de llegar al suelo debido a altas temperaturas. Al igual que otros países de la Europa meridional, Portugal es una zona propensa a incendios forestales durante los meses secos. Temperaturas de 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) se registraron en el área en los últimos días.
Al menos otros cuatro incendios forestales sucedieron el domingo en otras partes de Portugal, pero fue el de Pedrogao Grande el que quitó la vida de 62 personas.
El primer ministro, Antonio Costa, lo describió como la mayor tragedia en vidas humanas que hemos tenido en años.
Los equipos de bomberos han tenido problemas para acercarse a la zona porque el fuego es muy intenso, señaló el funcionario del Ministerio Interior, Jorge Gomes.
Más de 350 soldados se unieron a los 700 bomberos que habían estado luchando por apagar las llamas. Las escuelas de la zona estarán cerradas hasta que se notifique lo contrario y hacer fogatas al aire libre está prohibido.
Unas 54 personas resultaron heridas, cinco de gravedad, incluidos cuatro bomberos y un menor, según la televisora pública RTP, que citó al funcionario del Ministerio del Interior, Jorge Gomes.
Isabel Brandao, que vive en la zona, dijo a The Associated Press que había temido por su vida.
Ayer vimos el incendio, pero creímos que estaba muy lejos. Nunca pensé que llegaría a este lado, dijo. Teníamos miedo de que el fuego nos alcanzara.
La Unión Europea activó su mecanismo de protección civil para ayudar a Portugal a combatir el fuego.
Por el momento no se han identificado a las víctimas. Portugal implementó un canal diplomático especial para que las embajadas reciban información de extranjeros que podrían haber sido afectados.-AP