Estados Unidos insistirá a Rusia para que deje de apoyar al presidente sirio Bashar al Assad, con la visita del secretario de Estado, Rex Tillerson, luego de que Moscú señalara que la relación con Washington «es la más difícil desde la Guerra Fría».
El comunicado de la cancillería rusa mantuvo en alto la tensión bilateral. Poco antes de abordar su vuelo hacia la capital rusa, Tillerson advirtió que el régimen del dictador sirio, que cuenta con el apoyo del gobierno de Vladimir Putin, estaría próximo a su final.
«Está muy claro que el reinado de la familia Al Assad está llegando a su fin», dijo el secretario de Estado a periodistas en el marco de la reunión de cancilleres del G-7 en Italia. Según argumentó, acciones como el ataque con armas químicas de la semana pasada le han restado toda legitimidad.
«Esperamos que el gobierno ruso concluya que se ha alineado con un aliado poco fiable con Bashar al Assad», enfatizó. «Nuestra esperanza es que Bashar al Assad no forme parte de este futuro», agregó Tillerson.
Se anticipa un tenso encuentro en Moscú, ya que el Kremlin dejó claro en su comunicado que no planea ceder a las presiones anunciadas por Washington. «Rusia no va a renunciar a sus legítimos intereses y sólo aceptará cooperar de igual a igual», destacó.
El diplomático estadounidense reiteró que Rusia falló en su obligación de revisar la entrega de armas químicas por parte del régimen sirio y se preguntó si no se tomó en serio la misión o fue incompetencia. «Pero ahora eso no importa a los muertos. No podemos permitir que esto se repita», agregó.-Infobae