Los servicios de inteligencia de EE UU acusan a Putin de intentar ayudar a Trump a llegar a la Casa Blanca

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos desclasificaron este viernes una parte de su informe sobre los ciberataques sufridos en las elecciones presidenciales en el que acusan directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, de orquestarlos con voluntad de aupar a la Casa Blanca a Donald Trump. Horas antes, el presidente electo de EE UU había denunciado en una entrevista en The New York Times “una caza de brujas política” que buscaba menoscabar su presidencia, si bien admitió implícitamente, por primera vez, la posibilidad de la autoría rusa del ataque.

“Consideramos que Putin y el Gobierno ruso aspiraron a ayudar a la elección del presidente electo Donald Trump desacreditando a la Secretaria [Hillary] Clinton y contraponiéndola con él de forma negativa”, afirman la CIA, el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional en el informedifundido por la tarde. Además, agregan que cuando Moscú vio más opciones de victoria en Clinton, “la campaña de influencia se centró más en menoscabar su futura presidencia”.

«Los objetivos de Rusia eran socavar la fe pública del proceso democrático de EE UU”, concluye el informe, tal y como adelantaron los responsables de los servicios de inteligencia el jueves en el Congreso. Las agencias también sostienen que Rusia tiene un “historial” de campañas encubiertas para tratar de influir en las elecciones americanas.

La tormenta se desata a dos semanas de que Trump asuma las riendas del país, el próximo 20 de enero. El empresario neoyorquino recibió el documento completo, clasificado, poco antes, en una reunión con los responsables de Inteligencia, a los que ha estado desautorizado hasta ahora sobre esta investigación. Tras el encuentro, el magnate siguió negando que el espionaje atribuido al Kremlin determinara su victoria, aunque admitió que Rusia puede haber realizado ciberataques.

“Aunque Rusia, China, otros países, grupos y personas externas estén intentando irrumpir en la ciber infraestructura de nuestras instituciones gubernamentales, negocios y organizaciones, incluido el Comité Nacional Demócrata, esto no tuvo ningún efecto en el resultado de las elecciones, incluido el hecho de que no hubo alteración alguna con las máquinas de votación”, subrayó el presidente electo.

Las filtraciones más sonadas de la campaña presidencial se produjeron el pasado verano, cuando salieron a la luz correos electrónicos de miembros del Partido Demócrata que demostraban su actuación para favorecer la victoria de Clinton frente a su rival en las primarias, el izquierdista Bernie Sanders. El escándalo le costó el puesto a la presidenta del Comité Demócrata, Debbie Wasserman Schultz. Meses después, WikiLeaks también publicó una batería de correos del jefe de campaña de Clinton, John Podesta, que mostraban contradicciones de la campaña demócrata.

Las 17 agencias involucradas en la investigación han ratificado la pista rusa sin vacilación, pero el presidente electo cree que hay una politización de estos órganos. A su juicio, la investigación es una reacción a la pérdida de las elecciones por parte de Clinton, aunque el espionaje estadounidense ya señaló a Moscú desde octubre, un mes antes de los comicios. Trump se refirió en la entrevista con el Times al robo de datos personales de funcionarios por parte de China en 2015 y denunció que no se le haya dado el mismo tratamiento. “China, hace relativamente poco,

hackeó 20 millones de nombres del Gobierno”, recalcó. “¿Cómo es que nadie ni siquiera habla de eso? Esto es una caza de brujas política”, enfatizó.

El presidente electo se refirió a algunas informaciones de esta semana, según las cuales el Comité Demócrata rechazó dar acceso al FBI a sus servidores después del pirateo. “¿Cómo puedes estar seguro del ciberataque si no puedes ni siquiera acceder a los servidores?”, criticó.

El caso del espionaje durante las elecciones ha dado lugar a sanciones relevantes contra Rusia por parte de Obama. Las medidas ponen en una situación complicada a Trump si insiste en dudar de la autoría rusa. El jueves, en el Congreso, el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, fue rotundo: “Solo los más altos responsables de Rusia podrían haber autorizado los recientes robos y filtraciones de datos relacionados con las elecciones, en vista del alcance y sensibilidad de los objetivos”.

El caso también enfrenta al presidente electo con muchos republicanos, que sí creen en la pista de Moscú y ven con estupor la simpatía de Trump hacia Putin.

Tomado de internacional.elpais.com

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