«Mi temperamento es más duro, pero más amable que el de ella», aseguró Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos. Las primarias entraron en su recta final y los aspirantes a la presidencia comenzaron a centrar su estrategia en las elecciones generales con ataques directos. Hillary Clinton se refirió durante su campaña a la «intolerancia» y la «dureza» en las ideas xenófobas del republicano, y los ataques de Trump siempre se centraron en la relación de la ex secretaria de Estado con su marido el ex presidente Bill Clinton, pero una nueva línea discursiva se sumó al fuego cruzado por captar votos: el carácter de los contendientes.
El magnate neoyorquino publicó en su cuenta oficial de Twitter una anécdota de un ex agente del Servicio Secreto los encargados de proteger al presidente de los EEUU que cuidó del presidente Bill Clinton y describió a su esposa como «errática y violenta». Trump no dudó en usar a su favor esa calificación para remarcar que ese carácter «torcido» es «malo para ser presidente». Gary Byrne es el agente que escribió sus memorias acerca del tiempo que prestó servicio en la Casa Blanca durante la administración de Clinton. El libro tiene fecha de lanzamiento para el 28 de junio, sin embargo, ya es número uno en la preventa digital, y Trump no dudó en adelantar algunos hechos para llevar a su favor el debate sobre el carácter de los candidatos presidenciales.
Según los trascendidos de la propia editorial, el libro cuenta con detalles sobre»el miedo» que vivía el personal de la Casa Blanca por las reacciones cambiantes de Hillary. Byrne explica que la ex secretaria de Estado actuaba de manera afable, pero, de repente, y sin causa alguna, tenía reacciones violentas. El ex agente detalló que en algunas oportunidades el Servicio Secreto debatió si debía proteger a Bill Clinton de los ataques físicos de su propia esposa, quien lo insultaba a menudo frente a todo el personal en la oficina oval. Incluso el periódico New York Post colocó en portada a la candidata con el título «JekHill and Hyde», un juego de palabras entre el nombre de la demócrata y la famosa novela de ficción inglesa del científico que convive con su violento demonio interno.
Trump tomó a su favor los escritos del ex agente y su opinión para reforzar la idea de que una persona con ese temperamento no puede dirigir los destinos del país.
Días atrás, en California, la ex secretaria de Estado dedicó gran parte de su discurso de campaña a criticar la política exterior que propuso el magnate y repitió una famosa consigna antiTrump: «Es una persona que nunca debería tener acceso a los códigos nucleares», y sostuvo: «No es difícil imaginar a Trump llevándonos a una guerra sólo porque alguien le dijo algo que lo disgustó». Fue entonces cuando el republicano respondió sobre su propio carácter, que considera «duro, pero más amable» que el de Clinton.
El equipo de campaña demócrata salió al cruce de esas acusaciones, y el vocero de Hillary, Nick Merrill, dijo que ese libro debería colocarse en «la sección de ficción de cada librería», y que Gary Byrne es «otro de los autores que se unieron al tiempo electoral para ganar dinero publicando cosas sin sentido».