La comunidad nacional e internacional fue conmovida por la noticia de la muerte de manera cruel y violenta de la lideresa indígena, luchadora de derechos humanos y ambientalista Berta Cáceres , quien fue asesinada en su casa de habitación en residencial Líbano en la Esperanza ,Intibucá donde se en contra también un ambientalista mexicano Gustavo castro quien resulto herido pero logro salvar su vida y ahora se encuentra en México.
Desde un principio algunas autoridades empezaron a crear alguna hipótesis que parecían casi una complicidad para no dar con los verdaderos responsables, pero la presión no se hizo esperar internacionalmente para que se diera con los verdaderos responsables del asesinato de Cáceres, esto provoco que las autoridades capturaran a cuatro personas a las que acusan ser parte de los responsables de la muerte de Berta Cáceres, entre ellos a un alto ejecutivo de DESA la empresa que desarrolla el proyecto de Agua Zarca.
Ahora la interrogante es ¿quiénes son los verdaderos autores intelectuales del asesinato de la ambientalista que se escudan tras el anonimato que les da la tenebrosa empresa DESA?
¿Si ya está capturado un empleado de confianza de la empresa porque no se ha procedido contra los altos ejecutivos?, ¿quiénes son los verdaderos propietarios de DESA?
Al iniciarse las acciones el Ministerio Publico se a dejado claro por parte de Ricardo Castro jefe de la ATIC dejo claro que la muerte de Berta Cáceres fue por el trabajo que ella desarrollaba en beneficio del ambiente.
La justicia hondureña está sometida al escrutinio por parte de organismos internacionales y países amigos sobre sus acciones, de ellos dependerá si de verdad quieren aplicar la justicia no importa si en este crimen están vinculados empresarios, banqueros, políticos o dirigentes de cualquier organización empresarial.
DESA está en la caldera del diablo, porque si han sido capaces de mandar a matar a un ser humano como Berta Cáceres, habrá que profundizar si los dueños de esta empresa pueden haber cometidos más delitos en contra de personas o empresas con el fin de lograr sus propósitos.
Por las acciones hasta ahora tomadas por las autoridades nos quedamos con la esperanza que los autores intelectuales o materiales de este brutal crimen tendrán que pagar no importa si son altas poporoilas o altos ejecutivos de la principal empresa sospechosa DESA, y que la muerte de Berta Cáceres no quede en la impunidad.