Debido a la negligencia y falta de atención por parte de la Ministra de Salud, Yolani Batres, el hospital Alonso Suazo continúa fuera se servicio, una semana después de un derrame químico que obligo a su cierre.
La falta de acciones por parte de las autoridades de salud ha imposibilitado una pronta reapertura del centro asistencial, afectando a miles de hondureños que permanecen a la espera de ser atendidos.
El derrame de fenol, un químico altamente toxico, ha causado la lamentable situación desde hace más de una semana a vista a paciencia de la Ministra Yolani Batres, quien a pesar del tiempo que ha transcurrido, no ha tomado cartas en el asunto.
Las autoridades del hospital se mantienen a la espera de una revisión especializada en las tuberías de agua debido a una posible contaminación en las mismas.