El juez número diez de la Sala de Sentencias de los juzgados de Tegucigalpa, Melvin Bonilla, interpuso la renuncia a su cargo asegurando ser objeto de presiones y hostigamiento por parte del Consejo de la Judicatura.
“Estamos manos arriba, nos están violando todas las garantías y derechos laborales y no me garantizan mi independencia judicial”, ha declarado el togado, quien manifestó no poder trabajar “donde no impera la justicia y si no se falla de tal o cual manera, simplemente se es suspendido”.
El ahora ex miembro de los juzgados, aseguró haber solicitado una audiencia con el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera Avilés, para darle a conocer los motivos de su decisión, ya que considera que no se puede trabajar bajo el “terrorismo que impone el Consejo de la Judicatura”.
Bonilla es el tercer juez sacrificado aduciendo un accionar irregular por parte de los miembros del Consejo de la Judicatura, compuesto por los concejales Teodoro Bonilla, Francisco Quiroz, Lilian Maldonado, Julio Barahona y Celino Aguilera.
Antes de interponer su renuncia, Bonilla estaba a cargo del proceso incoado en el 2009 contra el ex ministro Enrique Flores Lanza, quien enfrenta un delito de malversación de caudales públicos.