El narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez fue condenado este martes a cadena perpetua más 30 años de prisión en Estados Unidos por el juez Kevin Castel.
«Mató al oficial de policía que allanó su laboratorio de cocaína y lo torturó para averiguar si su lavador de dinero estaba implicado. 40 años no es solo un castigo. Condeno a Fuentes Ramírez a cadena perpetua más 30 años», dijo el juez Castel.
Durante el desarrollo del juicio Fuentes tuvo la oportunidad de dirigirse al juez: «Soy un hombre de familia. Nosotros, los débiles, pusimos nuestra fe en Estados Unidos. Hay una ley divina», declaró llorando el condenado.
Fuentes Ramírez aseguró ser inocente, mientras el juez Castel lo escuchaba atentamente y revisaba su computadora.
De su lado, el asistente del Fiscal Federal le dijo a Fuentes Ramírez que «fue un jugador clave en una conspiración de drogas patrocinada por el Estado que ha plagado a Honduras. Tuvo un laboratorio. Era un sicario».
«Trabajó con el Cártel de Sinaloa. Torturó a un policía. Se asoció con el ahora expresidente Juan Orlando Hernández», expresó el asistente del fiscal.
«Sobornó a JOH, y se asoció con él para meterles droga por las narices a los gringos. Se merece cadena perpetua. Juez Castel: Por más de 5000 kilos de cocaína, lo estoy sentenciando. Fuiste violento», apuntó.
Tras leer la sentencia, el juez Castel le dijo a Fuentes Ramírez que doce jurados lo condenaron. «Tenías 3 abogados. Había pruebas sustanciales. Hoy es para sentenciar. Usted es libre de apelar ante 3 jueces. Pero le insto a que se concentre en la sentencia».