La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha sido objeto de críticas por el gasto significativo en asesores de imagen, cuyo trabajo ha sido cuestionado por su falta de originalidad y efectividad. Recientemente, el gobierno incurrió en un considerable gasto para movilizar a un grupo de personas al Estadio Nacional José de la Paz Herrera, con el objetivo de que mostraran su apoyo a la presidenta mediante gritos y mensajes.
Este esfuerzo se produjo después de que, en el juego anterior de la selección de Honduras, la afición manifestara de manera contundente su descontento con el grito “fuera el familión”. El gobierno intentó contrarrestar esta expresión de descontento con una campaña de apoyo que ha sido comparada con la estrategia de las conocidas “Chicas Carrión”. Estas últimas se destacaban por utilizar camisetas con cada letra del nombre de la tienda por departamentos «Carrión» para promover la marca.
De manera similar, el gobierno optó por enviar al estadio a personas con camisas que llevaban cada una de las letras de la frase “NO VOLVERÁN”. Sin embargo, esta imitación de la estrategia de promoción no logró silenciar a la afición, que continuó expresando su rechazo con el grito “fuera el familión”.
La acción gubernamental ha sido criticada por su falta de creatividad y por no lograr el objetivo deseado, evidenciando un esfuerzo fallido para cambiar la percepción pública y silenciar las voces disidentes.