En su mensaje de Año Nuevo, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, expresó este 1 de enero de 2025 su esperanza de que la nueva administración estadounidense del presidente electo, Donald Trump, sea “abierta al diálogo, constructiva y amistosa”. En una cadena nacional de radio y televisión, Castro destacó que el gobierno de Estados Unidos no debe tomar represalias contra los migrantes hondureños, quienes, según subrayó, han sido un gran aporte a la economía norteamericana.
La mandataria señaló que, de persistir una actitud hostil hacia los migrantes hondureños, especialmente con políticas de expulsión masiva, Honduras podría reconsiderar su cooperación con Estados Unidos. “Tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación, particularmente en el ámbito militar, donde hemos permitido la presencia de bases militares estadounidenses sin recibir compensación alguna por décadas”, afirmó Castro. En este sentido, mencionó la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, operativa desde la Base Aérea Soto Cano en Comayagua, como un ejemplo de la relación bilateral que, según ella, podría perder legitimidad si no se respeta la soberanía hondureña.
En paralelo, la presidenta destacó el valioso aporte de los migrantes hondureños a la economía nacional a través de remesas, que hasta el 26 de diciembre de 2024 sumaban 9,627.9 millones de dólares. Este flujo económico, señaló, representa un pilar fundamental para el bienestar de muchas familias en el país.
Castro también mostró solidaridad con la magistrada Sonia Marlina Dubón, de la Corte Suprema de Justicia, quien fue incluida en la Lista Engel de EE. UU. como parte de una serie de sanciones. La presidenta hondureña lamentó la suspensión de la visa americana a Dubón y anunció que elevaría este asunto al gobierno de Estados Unidos, calificando la medida de “injerencista”.
Asimismo, se pronunció sobre las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs), calificando el proyecto como una “traición a la patria” y una amenaza a los intereses nacionales, al permitir la venta de territorio a inversionistas extranjeros.
En su discurso, Castro también se refirió a los desafíos internos que ha enfrentado su gobierno. A tres años de su mandato, la mandataria expresó que ha soportado ataques «viscerales» y “feroces”, especialmente desde sectores del bipartidismo en el Congreso Nacional, que han bloqueado iniciativas clave como la Ley de Justicia Tributaria. La oposición legislativa también ha dificultado la aprobación del Presupuesto 2025, lo que, según Castro, afecta directamente a los proyectos nacionales y a la población en general.
Criticó la resistencia a su administración, destacando el obstinado rechazo de las políticas públicas que busca implementar, y apuntó que el regreso al modelo neoliberal que, según ella, saqueó a las empresas públicas y expulsó a miles de hondureños, es “inaceptable”.
Por otro lado, hizo un llamado al presidente electo de EE. UU., Donald Trump, para que considere invertir en el proyecto del tren interoceánico, una iniciativa hondureña que conectaría el Caribe con el Pacífico, favoreciendo el comercio y el desarrollo económico de la región.
Finalmente, Castro reveló que su gobierno está tomando medidas para abordar el alto costo de los medicamentos en el país, ordenando a la Agencia Reguladora de Salud (ARSA) registrar sin reservas los medicamentos provenientes de países fuera de las grandes cadenas farmacéuticas internacionales.
En su balance de logros, la presidenta destacó avances en áreas como la energía, la economía, la salud, los programas sociales y la lucha contra el cambio climático, mientras continuaba abogando por un modelo de país más justo y menos vulnerable a las presiones externas.