Visita de las Fuerzas Armadas al BCH refleja creciente alineación con el poder político de turno

En un nuevo gesto que confirma la creciente subordinación de las Fuerzas Armadas al liderazgo político encabezado por la presidenta Xiomara Castro, el expresidente Manuel Zelaya y la actual presidenta del Banco Central de Honduras (BCH), Rixi Moncada, este lunes se llevó a cabo una reunión entre la Junta de Comandantes, el ministro de Defensa por ley, Orlando Garner Ordóñez, y las máximas autoridades del BCH.

Aunque presentada como una visita de cortesía institucional, el encuentro tuvo matices que trascienden lo protocolario. La presencia de los altos mandos militares en el Banco Central, institución actualmente bajo la gestión de Moncada —figura cercana al círculo de poder de Castro y Zelaya— evidencia la consolidación de un esquema donde las Fuerzas Armadas, tradicionalmente autónomas, ahora mantienen una posición cada vez más alineada a las decisiones y proyectos estratégicos del gobierno.

Durante la reunión, las autoridades del BCH ofrecieron un informe sobre la situación económica nacional, resaltando los acuerdos alcanzados con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, más allá del intercambio técnico, la actividad proyecta un mensaje político: la disposición de los militares a respaldar la hoja de ruta económica del actual régimen, en momentos donde persisten cuestionamientos sobre la concentración de poder en el Ejecutivo y la influencia directa de Manuel Zelaya en las decisiones de Estado.

El recorrido por las instalaciones del BCH, incluyendo el Museo Numismático Rigoberto Borjas y la Pinacoteca Arturo H. Medrano, así como el homenaje a la espada del General Francisco Morazán, se inscribe también dentro de una narrativa que busca reforzar simbólicamente la alianza entre el poder político y el estamento militar.

Este tipo de acercamientos institucionales, cada vez más frecuentes, levantan preocupaciones sobre los límites de la subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil. Observadores han señalado que lo que podría ser una sana coordinación interinstitucional corre el riesgo de convertirse en un alineamiento político que erosiona la independencia que históricamente ha caracterizado al estamento castrense en Honduras.

La visita al BCH parece ser una pieza más en un ajedrez donde las Fuerzas Armadas, lejos de ejercer un rol neutral y equilibrado, están siendo incorporadas a una estrategia más amplia de consolidación del proyecto político que lideran Castro, Zelaya y Moncada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *