Mauricio Oliva presentó oficialmente su candidatura a la presidencia de la República ante más de 20 mil nacionalistas a quienes les aseguró que representa la renovación y el cambio de liderazgo en el partido de la estrella solitaria.
“He sido un soldado permanente de mi partido, vengo de abajo, nadie me ha regalado nada en mis luchas partidarias, ni nadie me ha tenido que rogar en mi casa, por eso hoy digo que doy un paso al frente, sin dudarlo, ante el llamado de mi partido para convertirme en el próximo presidente de la nación”, afirmó Mauricio Oliva ante el grito ensordecedor de miles de nacionalistas.
El redondel de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Choliteca (Agach), fue insuficiente para albergar a miles de nacionalistas de diferentes sectores del país que llegaron a celebrar el cumpleaños de Mauricio Oliva y a apoyarlo en su nueva cruzada, tanto así que miles tuvieron que quedarse afuera del recinto viendo el evento en pantallas gigantes.
Partido sin argollas
“Este partido no tiene dueño y por eso no tiene Fierro, el Partido Nacional es una familia, y entre familia nos tenemos que abrazar, digamos no a las imposiciones y a las argollas, abramos las puertas, abramos los espacios, la unidad no es algo que se dice, es algo que se busca y se hace”, afirmó Mauricio Oliva.
Antes de su discurso, Oliva presentó a su familia, a su esposa Rina, a sus hijos, Mauricio, Juan Carlos y Rina, así como a sus nietos, e hizo remembranza de cómo viene de una familia humilde, que se origina de un vigilante que apostó por la educación de sus hijos y gracias a ello, hoy se convierte en un aspirante presidencial.
“Pongo a disposición del Partido Nacional mi experiencia, 2 veces regidos, 5 veces diputado, 2 veces vicepresidente del Congreso Nacional y 2 veces presidente del Congreso Nacional, creo en mi partido, creo en mi país, por eso vengo ante uds a ofrecer mi experiencia para iniciar el cambio hacia un país que camine en armonía” añadió.
No más conflicto social
Aseguró que después de 10 años de enfrentamiento ideológico, Honduras necesita y exige a alguien que pueda llegar a consensos y acuerdos para volver a unir a la familia “catracha”.
“Mi compromiso con Uds es establecer un liderazgo y ambiente donde prevalezca la construcción de consensos y de diálogo, para bienestar de Uds y de sus familias”, afirmó.
Hizo una relación entre su profesión y lo que el país necesita hoy “he dedicado mi vida a sanar heridas, pongo a disposición del país mi paciencia de cirujano para cerrar las heridas que existen en la familia hondureña”, dijo ante el aplauso de los concurrentes.
Aseguró que su historial como político lo respalda, “jamás he recurrido a la descalificación para referirme a algún adversario político, es por eso nunca van a escuchar a alguien de la oposición insultandome, porque he logrado mantener un respetuoso diálogo con todos los sectores que han asegurado tranquilidad y concordia en el Congreso Nacional, que se ha reflejado en el resto del país”.
Mayoría silenciosa
Se presentó como defensor de la mayoría silenciosa, “la mayoría de los hondureños ya no quieren confrontación, esa mayoría silenciosa es el padre de familia que sale a trabajar y no quiere tomas de calles, o la madre que envía a sus hijos a la escuela y quiere que lleguen con bien, o el microempresario que no quiere que le destruyan su negocio, las manifestaciones violentas en la calles nos afectan a todos, eso debe parar”, aseguró Oliva.
“Me comprometo a construir puentes de entendimiento, puentes de diálogo, puentes de consenso, para que Honduras, ustedes y su familia puedan vivir sin conflicto en las calles”, añadió el precandidato presidencial.
En relación a la situación económica del país, se comprometió a no crear más impuestos, “leanme los labios, no más impuestos durante mi gobierno,” aseguró ante los vítores de los concurrentes.
“Vamos a continuar haciendo las cosas que se han hecho bien, corregir aquellas cosas que se han hecho mal y hacer lo que nunca se ha hecho, los invito a juntos construir, a juntos crear y a juntos volver a creer, porque Juntos Podemos, Claro que Podemos».