La mayor parte del territorio venezolano permanecía el viernes sin electricidad luego de 24 horas en el apagón más prolongado que haya sufrido el país sudamericano, sumido en una crisis económica y un tenso clima político.
El presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de las escuelas y dependencias del gobierno y pidió a los comerciantes que no abran para facilitar el trabajo de las cuadrillas que tratan de restaurar el servicio.
“Admiro al pueblo venezolano que resiste con gallardía este nuevo ataque de los enemigos de la patria”, dijo Maduro en un breve mensaje que difundió en su cuenta de Twitter en el que no ofreció mayores comentarios sobre el apagón y solo agradeció las labores que están realizando los trabajadores del sector para restablecer el servicio.
Durante un recorrido en un vehículo militar descubierto por el oeste de la ciudad, el ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, dijo, en un vídeo que se difundió en Twitter que en el país “está todo en calma” a pesar de la “agresión criminal” que se ha generado contra el servicio eléctrico.
Horas después, el ministro anunció en la televisión estatal que el sistema defensivo territorial recibió instrucciones para “patrullaje intenso” para asegurar el orden intenso en el país.
El apagón afecta a 22 de los 23 estados del país, según reportes de medios locales. En algunas zonas del este, oeste y centro de Caracas, que permanecían sin luz desde la tarde del jueves, el servicio comenzó a restablecerse paulatinamente, según reportaron habitantes de esas áreas.
El gobierno atribuyó el apagón a una “guerra eléctrica” dirigida por Estados Unidos. El ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, dijo que extremistas de derecha empeñados en provocar caos, que recibían órdenes del senador republicano Marco Rubio, habían “perpetrado un sabotaje criminal brutal contra nuestro sistema de generación”, aunque no presentó pruebas de ello.
“Un poco de paciencia”, pidió Rodríguez por la televisión estatal y aseguró que se restauraría el servicio en pocas horas.
Rubio, impulsor de la posición del gobierno de Donald Trump contra Maduro, respondió con ironía la acusación.
“Mis disculpas al pueblo de Venezuela”, tuiteó el republicano. “Debo haber cliqueado en el lugar equivocado del app ‘ataque electrónico’ que descargué de Apple. Culpa mía”.
Las calles de la capital venezolana permanecían el viernes casi desoladas con centenares de comercios cerrados y algunos vehículos y autobuses recorriendo las vías mientras decenas de personas caminaban por las calles.
El metro de Caracas, el principal medio de transporte de la capital, permaneció durante la jornada cerrado, lo que obligó a cientos de personas a lanzarse a la calles para tratar de llegar a sus trabajos y hogares.
En los pocos establecimientos comerciales que lograron abrir se concentraron algunas personas con pequeños paquetes de dinero en efectivo en sus manos haciendo fila para comprar pan, agua y medicamentos.
Entre los nerviosos compradores estaba Luisa Ruiz, una delgada ama de casa de tez morena. La mujer, de 57 años, relató que luego de recorrer en carro por varias horas toda la ciudad en busca de una medicina para su hermana que padece cáncer, recién la consiguió en una farmacia pero no pudo comprarla porque le exigían efectivo debido a que no había puntos de venta para tarjetas de crédito o débito por el apagón. “Tuve que ir a una panadería a cambiar unos dolaritos para conseguir algo de bolívares y comprar la medicina que es urgentísima”, agregó.
En la maternidad de la Clínica Ávila, en un barrio rico del este de Caracas, madres lloraban mientras enfermeras con velas monitoreaban los signos vitales de bebés prematuros en incubadoras cuando se apagaron los generadores de respaldo.
“Esto es horrible. No sé cómo haremos sin luz”, afirmó Zaida Rodríguez, una técnica cardiovascular de 40 años, mientras caminaba por una de las principales avenidas del este de Caracas junto a decenas de personas que intentaban llegar a pie a sus trabajos.
Tras un recorrido de más de cuatro kilómetros hasta la clínica privada donde trabaja, sus jefes le ordenaron que se retirara porque sólo trabajarían con el personal mínimo para ahorrar la electricidad del generador y utilizarla sólo para los casos más urgentes.
“¿Cómo es posible que en un país petrolero como éste no tengamos un sistema de emergencia para este tipo de cosas?”, indicó la mujer mientras se sostenía la cabeza con ambas manos. “Ahora no sé cómo me voy a regresar a mi casa porque no hay metro”, agregó.
Las redes sociales, habitualmente hiperactivas, estaban en silencio ya que buena parte del país quedó sin acceso a internet. La propia televisión estatal salió del aire.
Venezuela está en medio de una lucha política entre Maduro y el dirigente opositor Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional, quien se autoproclamó presidente interino y fue reconocido por medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos.
“¿Cómo se le dice a una madre que debe cocinar, a un enfermo que depende de una máquina, a un obrero que debe trabajar que estamos en un país potencia sin luz?”, publicó Guaidó en Twitter.
Desde una plaza del este de la ciudad y tras un recorrido por algunas calles, Guaidó responsabilizó al gobierno por el apagón y dijo en un video que difundió en su cuenta de Twitter que “solamente la corrupción, el desastre, es lo que ha causado esta situación.
Al llamar a sus seguidores a salir el sábado a marchar en todo el país contra Maduro, Guaidó sostuvo que “la solución de esto, y lo sabe toda Venezuela, es que cese la usurpación de los que mantienen en Miraflores (el palacio de gobierno) la corrupción, el desastre, la falta de comida, la falta de medicinas”.
Las autoridades suelen atribuir las fallas a acciones de sabotaje, pero especialistas y opositores sostienen que los frecuentes apagones se deben a problemas en la capacidad de generación, un deficiente mantenimiento de las instalaciones y mal manejo gerencial.
Si bien los apagones intermitentes son habituales Venezuela, nunca habían afectado simultáneamente a tantos estados y por tanto tiempo.
“Sabemos que estamos pasando por una crisis económica bastante fuerte, pero ¿cómo es posible que estemos más de 15 horas sin luz? Esto es insólito”, expresó Desiré Rendón, una vendedora de 31 años, mientras observaba desde una esquina de Caracas a las personas que caminaban presurosas.
Rendón dijo que estaba muy preocupada por su familia, que habita a las afueras de Caracas, porque desde la tarde del jueves no ha logrado comunicarse con ellos debido a que el servicio de la mayoría de las empresas telefónicas también está suspendido como consecuencia del apagón.
Desde la puerta de su pequeño restaurante, que permanecía totalmente a oscuras, José Rodríguez, de 51 años, veía pasar a los transeúntes. “Lo que me queda es esperar que venga la luz. Hoy será un día perdido para mí”, expresó.
Las facturas de la energía para el hogar son excepcionalmente bajas, apenas unos dólares por mes, gracias a los subsidios del Estado.
La Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) dijo en su cuenta de Twitter que la falla es consecuencia de que “sabotearon la generación en Guri”, pero no ofreció detalles. El complejo hidroeléctrico del Guri, ubicado en el estado suroriental de Bolívar, suple más del 60% del consumo eléctrico del país.
“¿Cuál era la intención?”, se preguntó Rodríguez. “Someter al pueblo de Venezuela a varios días sin suministro de servicio eléctrico para agredir, para maltratar, para que se quedaran distintas áreas vitales” sin energía eléctrica.
La nación sufre una hiperinflación prevista en 10 millones por ciento este año, además de escasez de alimentos y medicamentos, y ha perdido aproximadamente el 10% de su población, que ha emigrado en los últimos años. Los problemas probablemente se agravarán con el impacto de las sanciones de Washington a la industria petrolera.-AP