Las negociaciones dirigidas a poner fin al estancamiento político de Venezuela se reanudarán la próxima semana, probablemente en la isla caribeña de Barbados, de acuerdo con tres personas familiarizadas con el diálogo entre representantes del presidente Nicolás Maduro y el líder opositor venezolano Juan Guaidó.
Las fuentes, que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato debido a que ninguna de las partes ha confirmado públicamente su participación, dijeron que la sede de las negociaciones será decidida por el gobierno de Noruega, que está a cargo del intento de mediación y que albergó las dos rondas anteriores de discusiones en mayo.
Aunque Barbados es por ahora el sitio preferido, una de las fuentes de la oposición indicó que los detalles todavía están siendo definidos y que el lugar podría cambiarse a Noruega de último momento.
La decisión de reiniciar el diálogo se da al tiempo que el gobierno de Maduro liberara el sábado a 59 colombianos que según grupos defensores de los derechos humanos habían sido detenidos arbitrariamente en 2016. Naciones Unidas elogió de inmediato la medida, tomada días después de una visita a Caracas de su alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. El organismo señaló que espera la libertad de más presos en los próximos días.
Guaidó ha restado importancia a la posibilidad de conseguir un gran avance, insistiendo en que la condición para cualquier negociación es que haya elecciones presidenciales anticipadas _algo que Maduro ha rechazado hasta el momento.
Pero sus asesores afirmaron que el líder opositor de 35 años se encuentra bajo una creciente presión de parte de Estados Unidos y otros gobiernos extranjeros para no retirarse de las negociaciones y entregar una victoria simbólica a Maduro hasta que esté claro que el asediado mandatario socialista no tiene ninguna intención de dejar el poder. La oposición se ha quejado de que Maduro ha utilizado las negociaciones anteriores patrocinadas por el Vaticano y otras entidades para comprar tiempo.
En tanto, Maduro ha insistido en que el diálogo con la oposición es la única forma de avanzar para Venezuela, mientras que las agobiantes sanciones de Estados Unidos sobre el petróleo han exacerbado una crisis caracterizada por la escasez de alimentos, combustible y medicamentos y la cual ha forzado a unos cuatro millones de personas _el 10% de la población venezolana_ a abandonar del país en los últimos años.
“El diálogo con los noruegos sí va, va a continuar”, puntualizó el mandatario el jueves.
Guaidó, quien preside la Asamblea Nacional de Venezuela controlada por la oposición, revitalizó un movimiento opositor dividido al autoproclamarse presidente encargado del país en una protesta multitudinaria en enero luego de argumentar que la reelección de Maduro el año pasado era inconstitucional debido a que varios adversarios importantes no pudieron postularse. Rápidamente ganó el reconocimiento de Estados Unidos y de decenas de otros gobiernos del mundo.
Pero desde entonces, su impulso se ha estancado, y luego de un fallido levantamiento militar en abril la mayoría de los altos mandos de las fuerzas armadas del país _quienes tradicionalmente son los árbitros de las disputas políticas de Venezuela_ cerraron filas con Maduro.
Una encuesta publicada el 2 de junio por Datincorp, con sede en Caracas, reveló que 36% de los venezolanos reconocen a Guaidó como su presidente constitucional, comparado con 49% en febrero. La encuesta se basó en 1.200 entrevistas y tuvo un margen de error de 2,8 puntos porcentuales.
En lo que podría ser una señal de una mayor flexibilidad por parte de Maduro, su gobierno deportó el sábado a 59 colombianos que habían sido detenidos hace tres años por presuntamente formar parte de un plan para desestabilizar al país.
Alfredo Romero, del grupo de derechos humanos para prisioneros Foro Penal, dijo que muchos habían vivido en Venezuela durante años y que ni siquiera se conocían entre ellos. Ninguno fue encausado. El grupo estima que todavía hay más de 700 presos políticos en Venezuela.
“Aplaudimos liberación de 59 colombianos detenidos arbitrariamente durante casi 3 años”, tuiteó Bachelet. “Es un signo positivo que el gobierno está cumpliendo con los compromisos de DDHH que hizo en el marco de la reciente visita… Esperamos más liberaciones en los próximos días”.-AP