La oficialista Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela aprobó el lunes extender su funcionamiento hasta al menos el 31 de diciembre de 2020. Este cuerpo legislativo se instaló en agosto de 2017 para operar por dos años, pero los constituyentes acordaron prorrogar su funcionamiento para completar la tarea de redactar una nueva carta magna.
Durante este tiempo, la Constituyente ha tomado algunas decisiones controversiales, como la destitución de una fiscal general que se volvió crítica del gobierno, las limitaciones de funciones de la Asamblea Nacional –es decir, el Congreso, que está en manos de la oposición–, y más recientemente el enjuiciamiento de catorce congresistas opositores.
La extensión del periodo de operación de la Constituyente se aprobó durante una sesión especial que realizó el cuerpo para conmemorar el primer año de la reelección del presidente Nicolás Maduro, que fue cuestionada por más de medio centenar de países y la oposición, que acusó al gobernante de haber sido electo bajo un “fraude”.
Las controversiales elecciones desataron una crisis política que se agudizó en enero pasado cuando la Asamblea Nacional declaró que Maduro estaba usurpando el cargo en su segundo sexenio y el líder opositor y jefe de ese cuerpo, Juan Guaidó, se declaró presidente interino de Venezuela.
Las tensiones escalaron el 30 de abril durante el fracasado alzamiento militar que encabezó Guaidó. Tras la fallida sublevación, las autoridades apresaron al vicepresidente la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, y abrieron procesos judiciales contra otros 13 congresistas opositores que acompañaron a Guaidó.
El lunes por la tarde, en un mitin organizado por el oficialismo, Maduro dijo que estaba preparado para enfrentarse a la oposición en las elecciones legislativas, aunque en el pasado hizo desafíos similares y también rechazó las acusaciones de que su reelección fue fraudulenta.
La actual Asamblea Nacional se instaló en enero de 2016 y ejercerá sus funciones hasta el 5 de enero de 2021.
La mayoría opositora de la Asamblea Nacional, que es reconocida por más de 50 países como el único poder legítimo en Venezuela, ha rechazado en otras ocasiones esa propuesta, argumentando que el sistema electoral venezolano es fraudulento, a la par que exigen que cualquier otra elección se realice mediante un nuevo y confiable organismo electoral.
En la actualidad cuatro de los cinco directivos del Consejo Nacional Electoral son vistos como cercanos al oficialismo.
Maduro también se refirió a un reciente esfuerzo realizado por Noruega para mediar entre las facciones opuestas de Venezuela y dijo que estaba a favor del diálogo, aunque los críticos lo acusan de usar las negociaciones pasadas para ganar tiempo.
Centenares de empleados públicos y seguidores del gobierno, vistiendo las características camisetas rojas, salieron el lunes a marchar por una avenida del centro de la capital rumbo al palacio presidencial, donde se concentraron para celebrar la reelección de Maduro.
“Aquí en Venezuela ganamos con el 68% de los que votaron ¡Por eso estamos aquí, porque tenemos un pueblo!”, dijo Maduro al celebrar el proceso electoral del 20 de mayo de 2018.
“El imperialismo nos agrede todos los días, nos persiguen financieramente para que no podamos cobrar nuestras cuentas en el mundo y ellos creen que por esa vía nos vamos a rendir ¡Jamás por ninguna vía este pueblo se rendirá ante ustedes!”, agregó.
Tras el inicio en enero de su segundo sexenio, Maduro también ha enfrentado un endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos, que alcanzaron a la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), y una creciente presión internacional.
Asimismo, el gobernante ha tenido que sortear desde marzo una crisis del sector eléctrico que ha generado grandes apagones en Caracas y la mayoría de los estados del país, donde aún persisten racionamientos eléctricos de varias horas.
A las fallas del sistema eléctrico se sumó la semana pasada una fuerte escasez de gasolina en la mayoría de los estados del país, donde se han reportado filas kilométricas en los alrededores de las estaciones de combustible.
Los analistas asocian los problemas de suministro de gasolina a las sanciones de Washington y las fallas que presentan las principales refinerías que han originado la paralización de algunas instalaciones petroleras.-AP