Con fecha 24 de abril del 2020 la representante permanente de Honduras ante las Naciones Unidas, la embajadora Mary Elizabeth Flores Flake, envió una nota oficial al Secretario General Antonio Guterres, solicitándole interceder directamente en órganos dependientes de la ONU para el suministro de unas 250 pruebas clínicas que el país requiere para evitar contagios y salvar vidas. Desde la fecha, recuerda la embajadora, han pasado ya 20 días, por lo cual le dirige un “respetuoso pero necesario recordatorio.”
A continuación copia de la nota textual enviada por la embajadora hondureña al Secretario General de la ONU:
Pláceme dirigirme a su excelencia con fines de un respetuoso pero necesario recordatorio. Esta calamidad que agobia al mundo y por supuesto, en mayor intensidad a naciones como la nuestra, de recursos muy limitados, hace que las urgencias no puedan esperar. Cada minuto perdido, sin contar con las herramientas indispensables para enfrentar la colosal amenaza sanitaria y como consecuencia del aislamiento aconsejable, la parálisis económica, pesa sobre nuestros pueblos, con agravada fuerza.
Hemos permanecido muy atentos de recibir respuesta satisfactoria a la solicitud del 24 de abril del 2020, dirigida a la Secretaria General. En ella pedimos a usted interceder con la premura que el caso demanda, en los canales ligados a Naciones Unidas, para que nuestro país y pueblo pueda obtener, como mínimo, 250 mil kits completos para efectuar las pruebas médicas que permitan cumplir con las recomendaciones internacionales y salvar vidas.
Si bien, desde la fecha en que dirigimos la nota-ya corren 20 días- nuestro país, por medios propios, ha fortalecido su capacidad para practicar pruebas clínicas, mucho se apreciarla la gestión directa del Secretario General, en las fuentes que disponen de ellas. De obtenerlas, en la cantidad suficiente, permitiría mayor celeridad en los operativos, asegurando la protección de vidas preciosas y evitar rebrotes de contagios indeseables.
La dignidad del pueblo hondureño, como la de cualquier otro, merece que se le atienda. Más aún mediando una solicitud planteada directamente al Secretario General, y a la gravedad de la tragedia que, cada minuto, cada hora, cada día qué pasa podría significar una diferencia de salvar vidas humanas o perderlas.