Nochevieja teñida de sangre en Estambul. Un hombre armado irrumpió anoche en la discoteca Reina, una de las más famosas de la ciudad turca, y abrió fuego contra los clientes, causando al menos 39 muertos y 69 heridos, según ha informado el gobernador, Vasip Sahin.
Aunque en un principio se especuló con que se trataba de un grupo de atacantes, parece ser que fue uno solo el autor de la masacre en Turquía. El agresor disparó con armas automáticas de manera indiscriminada desde la puerta del local, en el que se hallaban unas 800 personas celebrando la Nochevieja. El atacante, que permanece huido, dejó su arma en el lugar de los hechos. La policía ya cuenta con unos primeros indicios sobre su identidad, según informó el primer ministro turco, Binali Yildirim, quien desmintió que fuera vestido de Papá Noel.
Antes de entrar y de abrir fuego en este club nocturno, muy frecuentado por extranjeros y ubicado en la orilla europea de Estambul, el asaltante abatió a un policía y a un civil que se encontraban delante de la discoteca. «De una forma salvaje e implacable, ametralló a la gente que simplemente había venido para celebrar el Año Nuevo», declaró el gobernador de la ciudad. «Es un ataque terrorista», insistió Sahin en una rueda de prensa.
Extranjeros entre las víctimas
Por el momento, 21 víctimas han sido identificadas: 16 eran extranjeros y cinco, turcos. Entre las víctimas extranjeras hay nacionales de Marruecos, Jordania, Arabia Saudí, Líbano y Libia. También hay una mujer israelí, que ha sido identificada como Leanne Nasser, de 19 años. Bélgica también señaló que un ciudadano con doble nacionalidad turco-belga también figuraba entre los fallecidos.
Los periódicos turcos informan de que un guardia de seguridad que ha fallecido en la discoteca Reina había sobrevivido al doble atentado en el estadio Besiktas. Se llamaba Fatih Cakmak.
Otras 69 personas están siendo atendidas en el hospital. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación no tiene constancia «por ahora» de que haya españoles entre las víctimas del atentado. Al menos tres de los heridos son franceses.
El terrorista sigue huido y está en marcha una operación policial de búsqueda y captura, según ha informado el ministro turco del Interior, Süleyman Soylu.
Varias personas se lanzaron a las frías aguas del Bósforo para escapar de los disparos efectuados por el asaltante disfrazado de Papá Noel.
Los testigos del ataque, citados por los medios turcos, aseguran que el atacante gritaba consignas en árabe. «Justo cuando nos estábamos acomodando, por la puerta había mucho polvo y humo. Sonaron disparos. Cuando esto se oyó, muchas chicas se desmayaron», relató el futbolista Sefa Boydas a la agencia France Presse. «Dijeron 35 o 40 muertos, pero probablemente son más porque cuando yo andaba, algunas personas pisoteaban a otras», añadió.
La policía desplazó a numerosos agentes al lugar para registrar el local, además de numerosas ambulancias, y se realizaron ingentes esfuerzos para salvar a los numerosos clientes del club que se lanzaron al Bósforo presas del pánico.
Un año sangriento en Turquía
El ataque contra el club Reina, un emblemático local de la metrópolis turca, en la orilla europea de Estambul, se produjo tras más de un año de atentados mortales en el país. La discoteca Reina está situada a unos centenares de metros del lugar en el que tenían lugar las celebraciones oficiales de Año Nuevo, a orillas del Bósforo.
El selecto local es frecuentado por jóvenes adinerados, famosos y turistas extranjeros. Los clientes no sólo tienen que pagar sus altos precios, sino que deben superar un duro filtro para poder entrar en la discoteca. La sala de fiestas inaugurada en 2002 es también accesible por barco directamente desde el estrecho.
El enorme despliegue policial durante la Nochevieja en Estambul, formado por 17.000 policías, no pudo evitar el ataque terrorista en un año especialmente sangriento para Turquía.
Tres semanas antes, un atentado reivindicado por un grupo radical kurdo dejó 44 muertos, incluyendo una mayoría de policías, en el centro de Estambul. Otras 41 personas murieron a comienzos del mes de diciembre en un doble atentado junto al estadio de fútbol del Besiktas turco.
Además, el embajador ruso en Ankara, Andrei Karlov, fue tiroteado en la capital turca por un policía que abrió fuego clamando venganza por la toma de la ciudad siria de Alepo y que fue abatido poco después.
La metrópolis turca también se ha visto sacudida por varios atentados atribuidos al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha recordado en las redes sociales los teléfonos de emergencia.-EFE/AFP